Tomar conciencia de los factores de riesgo, actuar a tiempo en caso de un evento y contar con unidades especializadas en su manejo, son las claves.
Cada año mueren más de seis millones de personas debido a un ataque cerebrovascular, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, OMS. En Chile, esta enfermedad es la principal causa de muerte en adultos, con 8 mil 736 fallecidos anualmente, lo que equivale en promedio a uno por hora, según cifras del Ministerio de Salud.
Estas duras cifras son el resultado de un estilo de vida poco saludable, dado que los principales factores de riesgo de esta patología son los mismos del infarto al corazón: hipertensión arterial, mala alimentación, tabaquismo, sedentarismo, colesterol alto, obesidad y diabetes. Todos hábitos que se pueden modificar.
Por eso, el 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Ataque Cerebrovascular, como una forma de que las personas tomen conciencia de esta patología y sepan cómo pueden combatirla.
Esta enfermedad se produce cuando un vaso sanguíneo se bloquea (infarto) o rompe (hemorragia), lo que impide el suministro de sangre a cualquier parte del cerebro. Si se prolonga por más de seis horas, las células cerebrales pueden morir y provocar daño permanente y, en los peores casos, la muerte.
La clave: el tratamiento correcto en el momento oportuno
Reconocer los signos de un ataque cerebrovascular y recibir atención médica especializada a tiempo -antes de cuatro horas y media desde el inicio de los síntomas- es la única forma de sobrevivir a un evento de este tipo.
En los últimos años, el desarrollo en el manejo de esta enfermedad ha permitido contar con unidades de tratamientos de ataque cerebrovascular, UTACs, donde es posible acceder a métodos diagnósticos y sofisticadas terapias, como la trombolisis intravenosa, que consiste en la administración de un medicamento que rompe o disuelve los coágulos, pero para que sea efectivo debe ser aplicado antes de cuatro horas y media de iniciados los síntomas. Por eso es tan importante que las personas sepan identificar las manifestaciones de esta enfermedad. (Ver recuadro)
El doctor Pablo Lavados, jefe de la UTAC de Clínica Alemana, explica que esta unidad –creada hace diez años- está conformada por “un potente y consolidado equipo multidisciplinario, al que se incorporan de forma continua nuevos profesionales, lo que sumado a tecnología de avanzada y a la constante revisión de los protocolos, permite ofrecer la mejor atención aguda a los pacientes, así como también neurorrehabilitación; considerando también a sus familias, con quienes se realizan reuniones periódicas”.
Desafíos
Que la población tome conciencia de los factores de riesgo del ataque cerebrovascular es sin duda uno de los principales desafíos en materia de prevención. A esto se suma -precisa el doctor Lavados- la necesidad a nivel nacional de mejorar la prevención primaria en aquellos eventos que son prevenibles, como los asociados a la fibrilación auricular, junto con aumentar el acceso de la población a tratamientos agudos de probada eficacia, como la trombolisis intravenosa, la trombectomía mecánica y la neurorrehabilitación.
Además, destaca la importancia de promover en la sociedad un mayor conocimiento de los síntomas y signos del ataque cerebrovascular agudo, de manera que puedan identificarlos y solicitar inmediatamente asistencia médica.
Unidad de Tratamiento de Ataque Cerebrovascular de Clínica Alemana (UTAC)
Con 10 años de existencia, esta unidad cuenta con un equipo formado por médicos neurólogos, enfermeras, fisiatras, kinesiólogos, terapeutas ocupacionales, neuropsicólogos y fonoaudiólogos especialistas en esta área. Además, tiene sofisticada tecnología para ofrecer un diagnóstico preciso y un tratamiento oportuno, como acceso inmediato a exámenes cerebrales por imágenes, doppler transcraneano y todos los tratamientos necesarios, como trombolisis intravenosa, trombectomía mecánica, craniectomía descompresiva, endarterectomía, monitoreo y manejo neurointensivo.