Veintidós pacientes con listeriosis han sido atendidos este año en Clínica Alemana. A nivel nacional, las estadísticas también han aumentado, sin embargo, es en el sector oriente de la capital donde predominan los casos. Considerando que esta bacteria se transmite por alimentos contaminados, el alza podría estar relacionada con una fuente alimentaria común o con el estilo de vida moderno.
La Listeria monocytogenes es una bacteria que se encuentra en la tierra, el agua y las plantas, desde donde contamina productos animales. La vía de contagio hacia el hombre es por consumir estos productos de origen animal que pueden venir o haber sido contaminados durante su manipulación.
Al igual que cualquier bacteria, cuando entra al organismo -y no es controlada a nivel intestinal y hepático- pasa a la sangre y se va a los lugares que le son más atractivos que, en el caso de la listeria, son la placenta en embarazadas y el tejido del sistema nervioso central en pacientes inmunocomprometidos. Además, las bacterias liberan sustancias tóxicas que producen síntomas similares a los de una gripe, como fiebre, escalofríos y malestar general.
En pacientes con el sistema inmune sano, la infección es poco común, pero si presentan un síntoma, puede ser diarrea. Sin embargo, las consecuencias son diferentes en el grupo de riesgo, conformado por mujeres que están esperando un hijo, personas con las defensas bajas -especialmente quienes tienen neoplasias de la sangre-, recién nacidos que pueden contraer la listeria si la madre comió algo contaminado durante el embarazo y ancianos.
Puede ser que estos síntomas no se presenten, aunque la persona sea portadora, ya que la bacteria está en la flora intestinal del 1 al 10% de la población sin que se manifieste, pero sí pueden estar contaminando a otros por la mala higiene en la manipulación de alimentos.
Cuidado con lo que come
La listeria es una bacteria muy resistente que, incluso, se multiplica a temperaturas bajas, como dentro del refrigerador, y que además, puede encontrarse en gran parte de la naturaleza, desde la tierra y el agua, hasta insectos e intestinos de animales y humanos. Su periodo de incubación va de 11 a 70 días con una media de 31.
El aumento de casos que ha habido en Chile podría estar relacionado con un mal manejo global de la cadena alimenticia o con un cambio de costumbres, de estilo de alimentación, como el consumo cada vez más frecuente de comida rápida o de alimentos que se dejan varios días en el refrigerador, en los que pueden proliferar las colonias si están contaminados.
Ante este escenario, los especialistas están atentos a cualquier cuadro infeccioso bacteriano que produzca fiebre, dolores lumbares y escalofríos, ya que puede tratarse de listeriosis: 'Al ver estos síntomas en una embarazada, inmediatamente le hacemos los cultivos y los exámenes correspondientes y la cubrimos ante la posibilidad de que sea listeria', asegura el doctor Noriega.
Una vez confirmado el diagnóstico, se trata con antibióticos endovenosos por un mínimo de dos a tres semanas. Este tratamiento es inocuo durante la gestación.
¿Cómo evitar el contagio de listeria?
En población general:
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Almacenar las comidas 'listas para comer' a 4° C o menos
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Consumir los alimentos perecibles y 'listos para comer' lo antes posible
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Cocer adecuadamente los productos derivados de vacunos, aves y peces
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Lavar prolijamente las verduras y frutas antes de comerlas
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No consumir lácteos no pasteurizados
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Limpiar el refrigerador regularmente
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Mantener separados los distintos tipos de alimentos en el refrigerador
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Mantener superficies de cocina y utensilios limpios
En el caso de embarazadas, adultos mayores, inmunosuprimidos y otros grupos en riesgo:
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No comer hot dogs o carnes 'deli' (definidas como rebanadas de carnes cocinadas, como jamón, roast beef, salame, pavo), a no ser que sean recalentadas hasta hervir.
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No comer quesos blandos (azul, brie, estilo mexicano, camembert) o frescos, a no ser que se consigne que se fabricó con leche pasteurizada
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No comer patés o salsas de carne, a excepción de los enlatados, que sí pueden consumirse
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No comer pescados ahumados refrigerados, salvo que estén en platos bien preparados con buena cocción
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No beber leche no pasteurizada ni comer alimentos que la contengan
Departamento de Medicina Interna
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