Según los expertos, además de la ayuda médica, la espiritualidad cumple un rol fundamental a la hora de vivir momentos difíciles.
Si bien al momento de enfrentar enfermedades, separaciones, duelos o cualquier tipo de catástrofe es bueno pedir ayuda y acudir a un especialista, también hay algo que independiente de la creencia -católica, evangélica, luterana o budista, entre muchas otras- está comprobado que tener fe en algo una fuente importante de apoyo en momentos complejos.
Al respecto, la doctoraAlejandraRodríguez,psiquiatradeClínicaAlemana, explica que “la fe nos rescata en los momentos difíciles, nos da esperanza porque nos ayuda a vivir con sentido el dolor, a hacernos las preguntas correctas sobre cómo quiero vivir esta dificultad”.
Agrega que cuando la fe se ancla en una relación personal con algo divino, regala contención y paz, lo que permite pasar la crisis con menos angustia.
En general, las creencias siempre tienen momentos de reflexión, los que ayudan a entender mejor la vida, a integrar el dolor como parte de ella, haciendo a las personas tremendamente agradecidas de los detalles cotidianos que perdemos en esos momentos.
“Si los momentos difíciles son integrados correctamente cambian nuestra perspectivas anclándonos en lo que nos parece más fundamental y dador de sentido”, asegura la especialista.
Así como la reflexión, la espiritualidad da pie a una serie de ritos que permiten al ser humano significar los eventos importantes para que constituyan hitos en la historia de cada uno. “Nuestra identidad se construye en parte gracias a nuestra historia, por lo que le otorgamos importancia”, concluye la psiquiatra.