La alimentación con poca ingesta de frutas, verduras y líquidos puede favorecer la presencia de este problema en todas las edades.
La constipación infantil es la evacuación infrecuente o incómoda de deposiciones, habitualmente, aumentadas de consistencia, lo que puede o no acompañarse de incontinencia fecal. Esto muchas veces provoca dolor o malestar eirritabilidad en la conducta, muy parecida al comportamiento que manifiestan los niños cuando están exhaustos o cansados.
La doctora María Eugenia Arancibia, gastroenteróloga infantil de Clínica Alemana, explica que la frecuencia en las deposiciones no determina la constipación. En la infancia, a diferencia de lo que ocurre en otras etapas de la vida, el ritmo es muy variable. “Por ejemplo, los recién nacidos, habitualmente, tienen entre tres y seis deposiciones al día, número que va disminuyendo a medida que crecen para llegar a un patrón parecido al del adulto a los cuatro años de edad”.
En general, la alimentación no balanceada con poca ingesta de frutas, verduras y líquidos favorece laconstipación en todas las edades de la vida.
En qué poner atención
El síntoma principal es la presencia de dificultad y dolor al defecar, lo que se acompaña, habitualmente, de evacuación de deposiciones duras y anchas. En ocasiones, hay sangramiento anal por la presencia de fisuras secundarias.
“Algunos menores adoptan posturas retentivas, como esconderse o ponerse en cuclillas con los glúteos contraídos, con lo que evitan defecar. En niños mayores se observan deposiciones grandes que tapan el baño y ensucian la ropa interior por incontinencia fecal”, explica la especialista.
Si la constipación se prolonga en el tiempo, se produce retención fecal, lo que se denomina fecaloma, que se puede manifestar como una masa permanente en el abdomen y con dolor en la parte baja hacia la izquierda.
Es importante tener presente que en la infancia se observan cambios en la frecuencia al:
- Pasar de lactancia materna al uso de fórmulas.
- Incorporar alimentos sólidos a la dieta (lo que ocurre habitualmente a los seis meses de edad).
- Comenzar el entrenamiento de control de esfínteres para retirar los pañales.
- Ingresar al jardín infantil o al colegio.
¿Qué hacer?
- Tener una alimentación balanceada que incluya frutas, verduras y agua. Las vegetales verdes como acelga, espinaca, palta y lechuga favorecen la digestión.
- Promover un hábito defecatorio una vez al día y en un horario determinado, aunque el menor no tenga ganas.
- Usar adaptador de WC para los niños, asegurando una posición cómoda en la que afirmen los pies en el piso.
- No apresurar el control de esfínter en los menores. Cerca de los tres años de vida es la edad promedio en que se retiran los pañales.
Si a pesar de estas indicaciones,persiste la dificultad para defecar, es recomendable consultar a un especialista, quien debe determinar con la historia clínica y el examen físico detalladosi requiere algún estudio mayor. Sobre el 90% de los casos no lo necesita y los niños se ven beneficiados con el uso de unmedicamento ablandador de las deposiciones, el cual no produce dependencia.