Héctor Noguera y su accidente: Pasé de la angustia a la confianza

El actor fue traído desde Cachagua a Santiago en el helicóptero de Clínica Alemana. La rapidez del traslado fue clave para su recuperación.

Por Clinica Alemana ago. 2, 2016, 20:00

“Ese día paseábamos con unos amigos a caballo; había una bajada peligrosa, y el mío se tropezó con las patas delanteras y cayó hacia delante. Traté de sujetarlo, pero ambos caímos y nos dimos vuelta. Quedé un poco mareado y escuchaba que Marcelo, mi yerno, gritaba para impedir que me movieran. En esos instantes sentí que no tenía cuerpo, no me respondía y estaba inmóvil. Él me comenzó a tocar y a preguntar ¿sientes aquí y ahí?... pero no sentía ninguna parte. Ahí realmente me asusté. En poco rato llegó la ambulancia que me trasladó a Zapallar, donde me esperaba el Equipo de Rescate de Clínica Alemana que me trajo en helicóptero a Santiago”, recuerda Héctor Noguera, actor chileno de 78 años que, el 11 de febrero de este año, tuvo un grave accidente en Cachagua.

Cuando llegó al centro de salud, se confirmaron dos lesiones graves. El doctor Juan José Zamorano, traumatólogo del Equipo de Columna de Clínica Alemana, comenta que el actor llegó con una fractura de la segunda vértebra cervical. Además, producto del impacto, se complicó una patología degenerativa que tenía desde hace años en el cuello. “El golpe generó mayor presión a la médula, lo que produjo un síndrome medular central traumático que podría haberlo dejado tetraplégico”, explica el especialista.

Héctor Noguera cuenta que cuando llegó el equipo de rescate se sentía muy angustiado: “Me pasaban muchas cosas por la cabeza, y si bien estaba despierto, a ratos parecía que perdía la conciencia. Yo sentía que me iba, no sé si a morir, pero decidí quedarme. Con esa actitud, más la tranquilidad y mirada positiva que me dio el equipo de rescate desde los primeros momentos, pasé de la angustia a la confianza”.

El doctor Zamorano explica que “ante una situación como esta, el tiempo es un factor clave. En este caso, la rapidez del traslado fue muy importante; desde el minuto en que ocurrió el accidente hasta la llegada a la Clínica no pasaron más de tres horas”.

Camino a la recuperación

Cuando Héctor Noguera llegó a la Clínica, lo esperaba el doctor Juan Pablo Castro, traumatólogo a la cabeza del equipo que le entregó los primeros cuidados. Luego, estuvo tres días en la Unidad de Cuidados Intensivos y, al momento de tomar decisiones respecto del procedimiento a seguir para su recuperación, había nueve médicos especialistas en columna conversando sobre las opciones a entregar al paciente y a su familia.

Una de ellas se trataba de una operación, a raíz de la fractura que tuvo, para fijar la primera y la segunda vértebra cervical –cuyo riesgo podía ser que el actor perdiera parte de la movilidad en su cuello–, la que fue descartada por él mismo dado su trabajo. Con ello se modificó el plan inicial y se llegó a consenso en una segunda alternativa que consistía en el uso de un collar ortopédico especial para hacer más eficiente el proceso de recuperación, que puede durar de tres a seis meses. Esto requirió de una pequeña intervención para reducir la fractura y lograr que el desplazamiento de esta quedara prácticamente en cero.

Posteriormente, la recuperación incluyó kinesiólogo y acompañamiento de neurólogo, urólogo, fisiatra y psicólogo, además de todos los equipos de los distintos servicios que dan soporte.

“Algo que destaco de este proceso y que me parece interesante comentar es que sentí que los médicos y mi familia estaban trabajando juntos. Tuvieron un diálogo constante. Tener la tranquilidad de que respondían con sinceridad y, a la vez, con prudencia fue algo muy bueno. Nos ayudó mucho”, cuenta Héctor Noguera.

Después de haber tenido que partir de cero aprendiendo a caminar y a utilizar cubiertos para comer, mira el lado positivo de esta situación: que le permitió detenerse, estar más presente con la familia y a solas con sus libros.“Estar al borde de la muerte es una experiencia importante (…) no tuve pánico y detuve el viaje. Eso fue algo consciente porque en general uno tiene miedo de morir, yo pienso que estuve ahí. Es una situación que a uno lo hace crecer”, afirma el actor que lleva más de cinco meses en proceso de rehabilitación.