La gran ventaja de este procedimiento es que resulta menos invasivo y prácticamente no deja moretones, por lo que se puede realizar en verano.
Sensación de pesadez y cansancio en las piernas, retención de líquido, comezón y calambres son algunos de los síntomas de las molestas várices, patología frecuente que afecta principalmente a las mujeres y que se caracteriza por la aparición de venas inflamadas que se ven bajo la superficie de la piel.
La buena noticia es que actualmente existen varias alternativas de tratamientos, incluyendo una amplia gama de opciones quirúrgicas que han cambiado significativamente el manejo de esta enfermedad en los últimos 15 años. Una de las más novedosas es la técnica de inyección con adhesivo, recientemente aprobada a nivel mundial e introducida en Chile en octubre pasado.
El doctor Víctor Bianchi, cirujano vascular de Clínica Alemana, explica que las ventajas de esta técnica es que es menos invasiva, prácticamente no deja moretones, se puede realizar con hospitalización transitoria (desde horas a un día) y permite un postoperatorio con mínimas molestias.
¿Quiénes son candidatos a este procedimiento?
Si bien el tratamiento se determina según cada caso, en general, esta técnica se puede utilizar en la mayoría de los pacientes que presenten venas patológicas con un diámetro superior a tres milímetros.
¿Cuál es el objetivo de esta técnica?
Se introduce un catéter en la vena a tratar, el que la recorre bajo control ecográfico, hasta posicionarlo en los segmentos que se sellarán. Ahí se inyecta un adhesivo, comprimiendo manualmente la vena hasta lograr su cierre definitivo.
De esta forma, se logra lo mismo que con la cirugía de várices tradicional - donde se sacan los segmentos venosos- y que otras técnicas modernas, como la termoablación, que utiliza láser y radiofrecuencia. La diferencia es que con la inyección con adhesivo las molestias son aún menores.
¿Es con anestesia?
Podría ser realizada con anestesia local, ya que aparte del pinchazo para acceder a la vena, el paciente no suele tener más molestias que la compresión sobre el área intervenida. Sin embargo, cuando las venas son múltiples, se opta por alguna anestesia que permita tratar todo en una misma sesión, como por ejemplo la que se utiliza en las endoscopias digestivas.
¿Cómo es el postoperatorio?
Mucho menos molesto que con las otras técnicas. En general, no se requiere vendaje ni uso de medias elásticas más allá de las primeras 24 horas. Además, deja muchos menos moretones que otros procedimientos, porque no requiere tantas punciones. Con esto no es necesario evitar la exposición solar ni usar medias especiales en época de verano.
Usualmente, se puede regresar a las actividades habituales en un plazo que va de 24 a 48 horas. Solo se indican medidas de apoyo farmacológico, como analgésicos suaves y otros medicamentos que ayuden a una recuperación rápida.
¿Qué porcentaje de éxito tiene esta técnica?
De acuerdo a publicaciones internacionales, en más del 95% de los casos se obtienen los resultados esperados a cinco años plazo. En cambio, con técnicas tradicionales esta cifra es del 70%.
Factores de riesgo
• Ser mujer: debido a temas hormonales.
• Tener antecedentes familiares: influye la herencia.
• Edad: mientras mayor sea la persona más probabilidades de desarrollar várices.
• Sedentarismo: el retorno venoso es producto de la compresión que ejercen los músculos sobre las venas. Por eso, la única medida real de control es mantener el mejor estado físico posible.
Otros tratamientos
La incorporación de la inyección de adhesivos se suma a las otras alternativas terapéuticas usadas regularmente para el tratamiento las várices en Clínica Alemana, como:
Técnica tradicional: Extracción de los ejes venosos mediante múltiples incisiones pequeñas.
Técnicas de ablación térmica: puede ser realizada por láser o radiofrecuencia.
Técnicas de inyección de esclerosantes: son de excepción y están indicadas para casos específicos.