Independiente del tamaño de la lesión, siempre se debe acudir a un recinto asistencial, especialmente, cuando afecta a lactantes y niños.
En 2015 llegaron a la Urgencia Escolar de Clínica Alemana 432 niños por mordedura de perro. Se trata de eventos traumáticos y peligrosos que tienen una alta posibilidad de infectarse debido a que la saliva del animal posee una amplia gama de bacterias dañinas para el organismo humano.
Independientementedel tamaño de la lesión siempre se debe acudir a un recinto asistencial, especialmente, cuando afecta a lactantes y niños.
Medidas inmediatas
- Realizar un lavado profundo de la herida con agua corriente y jabón neutro. Aplicar un desinfectante.
- Trasladar siempre a la persona a un recinto asistencial. Durante el trayecto no cubrir la herida con un paño o papel, pues la alta concentración de gérmenes en la boca de los perros prolifera rápidamente cuando no hay oxígeno.
- Consignar el tipo de accidente, motivo del ataque y si fue realizado por un perro identificable o vagabundo. Si es posible, ver el estado de vacunación, el cual debería estar vigente (anual).
- El médico evaluará la necesidad de administrar la vacuna contra el tétanos o antirrábica.
- Los signos de que una mordedura se ha infectado son un color rojizo, dolor y pus. Ante esto, se debe volver a consultar al especialista
Prevención
- Estar informado, especialmente los niños, sobre los riesgos de las mordeduras de perro y la forma de prevenirlas. Por ejemplo, no acercarse a los perros callejeros, no molestar al animal cuando esté comiendo, dormido o si la mascota tuvo crías.
- Tener claro que los animales se comunican y se defienden de una manera diferente a los humanos, por lo que no conviene provocarlos.
* Las lesiones, por lo general, se presentan como una herida contusa, a veces acompañada de desgarros en la piel. Es importante estar atentos a signos sospechosos de complicaciones infecciosas que pueden presentarse en los días siguientes, como zona caliente, roja o inflamada. En estos casos de debe consultar al médico.
Este artículo se realizó con la colaboración de Ana María Lukacs, enfermera jefe de Urgencia Escolar Clínica Alemana.