La más común es la provocada por la ingesta de medicamentos, productos de limpieza o venenos para plagas de animales.
Los lactantes y niños pequeños, por su curiosidad y por las fases de su desarrollo psicomotor, suelen colocarse en la boca objetos, productos y sustancias de todo tipo con el fin de experimentar y conocer el mundo que los rodea, pero muchas veces esto conlleva el riesgo de intoxicación.
La más común es la provocada por la ingesta de medicamentos, productos de limpieza o venenos para plagas de animales.
Los síntomas varían en función de lo consumido, la cantidad ingerida, el tiempo transcurrido, la edad y el peso, entre otros; siendo los más comunes los gastrointestinales, vómitos o diarrea; los cardiovasculares y los neurológicos como alteración de conciencia o convulsiones.
Primeros auxilios
- Estar atentos a los cambios en la apariencia, respiración y el aspecto de la piel del niño.
- Acudir a un Servicio de Urgencia, ojalá con una muestra de lo ingerido o llevar el envase para enseñárselo al especialista.
- Estar preparado para iniciar reanimación cardiopulmonar (RCP).
No está permitido:
- Administrar remedios caseros para ‘diluir’ lo ingerido sin previo consejo médico.
- Provocar el vómito si no está indicado por el especialista.
¿Cómo prevenir?
- No almacenar líquidos tóxicos o productos de limpieza en botellas de uso habitual como envases de bebida.
- Dificultar el acceso a productos de limpieza o medicamentos y, en general, todo aquello que pudiera causar daño. Esto se puede hacer, por ejemplo, guardando estos productos en un mueble que sea alto, de difícil acceso, idealmente, con llave o utilizar dispositivos que impidan abrirlo.
Este artículo se realizó con la colaboración de la Dra.Carolina Jorquera, pediatra de Clínica Alemana.