Especialistas aseguran que con control médico y siguiendo las instrucciones necesarias, no hay riesgo de llevar este tipo de régimen alimenticio.
Rechazo al maltrato animal, conciencia ambiental y preocupación por comer de manera más saludable son las principales razones que llevan a muchos adolescentes a optar por ser vegetarianos, es decir, no comer carnes ni pescado, o a ser veganos, quienes además de no consumir estos productos, excluyen otros de origen animal, como lácteos y huevos.
La doctora Vivian Rybertt, nutrióloga infantil de Clínica Alemana, cuenta que esta tendencia ha ido en aumento, al igual que las consultas a especialistas relacionadas con estos tipos de régimen. Actualmente, entre el 5 y 7% de sus pacientes son vegetarianos o veganos, y la mayoría tiene entre 15 y 19 años de edad.
Tomando en cuenta esta tendencia, Clínica Alemana preparó un Protocolo de atención del adolescente vegetariano y vegano, dirigido a jóvenes mayores de diez años que realizan este tipo de dietas y cuya finalidad es acoger sus preocupaciones y orientarlos para prevenir deficiencias nutricionales y que la familia sepa cómo apoyarlos.
Un régimen con responsabilidad
Los padres piensan que no pueden ser vegetarianos porque no van a crecer bien, pero la Asociación Americana de Dietética ha dicho que las dietas vegetarianas y veganas, adecuadamente planificadas, son saludables.
De acuerdo al Protocolo de atención del adolescente vegetariano y vegano de Clínica Alemana, en la consulta con el nutriólogo infantil se deben evaluar las motivaciones del adolescente, chequear su estado nutricional –a través de una encuesta alimentaria y una evaluación antropométrica-, y entregar pautas de alimentación personalizadas según edad, estado nutricional y actividad física. Asimismo, se solicitan exámenes para evaluar los niveles de hierro, zinc y vitaminas.
La doctora Rybertt explica que esto es necesario porque “según un estudio realizado en Suiza, se observó que los veganos tenían una ingesta muy baja de calcio, vitamina D y B 12, y Zinc, teniendo 47% de ellos concentraciones bajas de este último. Además, en el 54% de los vegetarianos se encontró deficiencia en la sangre de vitamina B6 y 34% tenía bajos niveles de niacina. Esto refuerza la importancia de tener una alimentación balanceada que asegure un buen aporte de estos micronutrientes”.
A la consulta, la mayoría de los adolescentes llegan acompañados por los papás, que manifiestan su preocupación por la posibilidad de que este tipo de alimentación no sea adecuada en ellos. “Los padres piensan que no pueden ser vegetarianos porque no van a crecer bien, pero la Asociación Americana de Dietética ha dicho que las dietas vegetarianas y veganas, adecuadamente planificadas, son saludables, nutricionalmente adecuadas y pueden ser realizadas en cualquier etapa del ciclo vital”, afirma la especialista.
Asimismo,se ha demostrado que si estas dietas son bien guiadas y se controlan al menos una vez al año por especialistas, presentan mantención de niveles de colesterol más bajos, menor incidencia de hipertensión y obesidad, así como disminución del riesgo de cáncer de colon, próstata y mama.
Las nutriólogas infantiles de Clínica Alemana también destacan la cultura y estilo de vida saludable que llevan quienes siguen estos regímenes y lo consecuentes que son con ello, lo que contribuye con la promoción de una vida más sana y disminución del consumo de alcohol y tabaco entre otras cosas.