Clínica Alemana es pionera a nivel nacional en implementar un panel para el estudio simultáneo de diversas mutaciones en casos de cáncer.
Hoy, los estudios genéticos en pacientes oncológicos permiten establecer diagnósticos más precisos y diseñar tratamientos a la medida. Esto es parte de lo que se conoce como oncología personalizada o de precisión, y es posible gracias al desarrollo de la biología molecular que ha dado herramientas para entender mejor cómo esta enfermedad ataca a cada individuo.
A la vanguardia en este campo, Clínica Alemana se convirtió en el primer centro chileno en contar con un panel de secuenciación paralela masiva (o Next Generation Sequencing) para analizar simultáneamente múltiples biomarcadores moleculares, características genéticas presentes de manera única en las células de los tumores malignos.
Para realizar el examen, se toma una muestra de tejido tumoral (biopsia) o de líquido del cuerpo -como sangre u orina- y se envía al Servicio de Anatomía Patológica de este centro de salud, donde es analizado con técnicas cuya especificidad y sensibilidad responden a los más altos estándares clínicos.
La doctora Marcela Schultz, jefa de esta área, explica que con este método es posible efectuar el diagnóstico y caracterización de tumores de cerebro, pulmón, mama, páncreas, vejiga, entre otros. “El panel de secuenciación masiva nos permite ofrecer a los pacientes una de las herramientas más innovadoras e importantes para realizar un diagnóstico preciso y plantear un tratamiento personalizado en casos de cáncer en etapas avanzadas”, precisa la especialista.
Terapia oncológica a la medida
Un panel de secuenciación masiva es una técnica de alta complejidad que permite detectar aquellos tumores que, por sus características, pueden ser atacados de manera más efectiva con terapias específicas, lo que es especialmente útil en aquellos casos en que los otros tratamientos han fallado.
El doctor Kurt Schalper, anatomopatólogo de Clínica Alemana y académico de la Universidad de Yale, explica que este panel de biomarcadores tumorales contempla el estudio simultáneo de 50 genes relevantes en cáncer. De esta forma, es posible caracterizar mejor los determinantes biológicos de la enfermedad, predecir su comportamiento, y diseñar tratamientos con el mayor potencial de beneficio y menor toxicidad.
Esto permite evaluar cuál sería su respuesta a ciertas terapias dirigidas contra blancos moleculares, para ir creando una estrategia de tratamiento individualizada capaz de bloquear los mecanismos fundamentales por los que una célula se vuelve cancerosa.
“En el 20 a 30% de los casos analizados se puede encontrar una mutación donde este tipo de terapia puede ser de utilidad. Esto es a lo que llamamos oncología de precisión”, concluye el doctor Schalper.