Dormir mal disminuye el rendimiento a nivel competitivo y aumenta el riesgo de lesiones o accidentes durante la práctica.
Durante el sueño se ejecutan funciones fisiológicas imprescindibles para el equilibrio psíquico y físico de los individuos.
Tener un sueño reparador es muy importante para la salud de todas las personas, pero en el caso de los deportistas puede, además, hacer la diferencia en los resultados obtenidos al momento de entrenar o competir.
El doctor Leonardo Serra, jefe del Centro del Sueño de Clínica Alemana, afirma que se ha comprobado, en pruebas de fuerza y velocidad, que quienes tienen un adecuado descanso se lesionan y equivocan menos al hacer deporte, logran mejores tiempos de reacción, mayor capacidad de concentración y rinden más.
En cambio, aquellos que duermen mal, tienen un menor rendimiento a nivel competitivo y un mayor riesgo de lesiones o accidentes por mala coordinación y desconcentración derivadas de la falta de sueño.
Procesos de reparación
Durante el sueño se ejecutan funciones fisiológicas imprescindibles para el equilibrio psíquico y físico de los individuos.
El doctor Gonzalo Fernández, deportólogo del Programa Pro Deporte de Clínica Alemana, explica que en esta etapa se producen, a nivel orgánico, fenómenos reparativos de los diferentes sistemas involucrados en la práctica de actividad física de alta intensidad.
Respecto a las horas de sueño requeridas diariamente, lo recomendable es “dormir al menos ocho horas, sin embargo, eso depende de cada persona, ya que los procesos de recuperación involucran aspectos individuales”, sostiene.
¿En qué momento del día es mejor entrenar?
Así como dormir bien es importante para un buen rendimiento deportivo, la actividad física también puede favorecer el sueño, según la hora en que se realice.
“En general, cuando se practica algún deporte por la mañana o en la tarde, se obtiene un sueño reparador, pero si se hace en la noche, puede causar una mayor activación y producir problemas para conciliar el sueño”, afirma el doctor Fernández.
Además -precisa el doctor Serra- el ejercicio eleva la temperatura corporal, lo que retrasa y dificulta el inicio del sueño aunque haya cansancio. “Por eso es importante terminar de entrenar, por lo menos, dos horas antes de irse a dormir”, concluye.
Dormir bien ayuda a tener: | |
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Mejor rendimiento deportivo | |
Menos lesiones | |
Mejores tiempos de reacción | |
Mayor capacidad de concentración |