El Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo busca promover iniciativas orientadas a mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
Dificultades para desarrollar habilidades sociales y de comunicación son las principales características de quienes tienen trastornos del espectro autista (TEA), problema que afecta a uno de cada 160 niños en el mundo, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, OMS.
Para generar mayor conocimiento en la sociedad sobre las implicancias de este trastorno, el 2 de abril se celebra el “Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo”, evento que este año tiene como tema principal “Hacia la autonomía y la autodeterminación”, ya que está orientado a promover iniciativas que contribuyan a una mayor inclusión social y a mejorar la calidad de vida de los afectados.
Los TEA son un grupo de afecciones que están dentro de la categoría de los trastornos generalizados del desarrollo y que contempla cuadros como el autismo infantil, autismo atípico y el Síndrome de Asperger. Si bien muchas veces el origen de la enfermedad no es determinado, en ocasiones puede haber causas de base, como por ejemplo, de tipo genético o metabólico.
La doctora Verónica Burón, neuróloga infantil a cargo de la Unidad del Desarrollo de Clínica Alemana, explica que los primeros síntomas suelen aparecer en los primeros tres años de vida y algunos de los más característicos son anomalías en el contacto visual (no miran a los ojos cuando se les habla) y del lenguaje corporal; dificultades para compartir juegos imaginativos y para hacer amigos; patrones repetitivos de comportamiento e intereses restrictivos, como selectividad alimentaria, entre otros.
Desde el punto de vista intelectual, los casos son variados, desde personas con un déficit cognitivo profundo hasta otras con un alto nivel cognitivo. Algunos logran realizar una vida independiente y desarrollarse en diversos ámbitos, sin embargo, muchas veces deben enfrentar patologías asociadas, como epilepsia, depresión, ansiedad y trastorno de déficit de atención e hiperactividad.
Manejo integral
El diagnóstico de los trastornos del espectro autista es fundamentalmente clínico y se efectúa utilizando los criterios definidos por el Manual Estadístico y Diagnóstico de Enfermedades Mentales (DSM-V), lo que se puede complementar con baterías de evaluación para TEA.
La doctora Burón sostiene que los exámenes para buscar la causa deben seleccionarse caso a caso. En ocasiones, se puede necesitar un electroencefalograma que incluya análisis del sueño, una resonancia magnética de cerebro, estudios metabólicos o genéticos, entre otros. “Es importante tener claro eso sí que, aunque se realicen estos exámenes, muchas veces no logramos identificar la causa”, precisa.
Si bien el TEA no tiene cura, una identificación y manejo temprano son claves para lograr un mayor desarrollo y mejorar la calidad de vida de los niños afectados, lo que también contribuye a que tengan una mejor adultez.
Con el propósito de ofrecer las mejores alternativas para cada caso, la Unidad del Desarrollo de Clínica Alemana cuenta con un equipo multidisciplinario integrado por neuropediatras y psiquiatras infantojuveniles con especial formación en neurodesarrollo, quienes trabajan en conjunto con otros profesionales de la salud como psicólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, kinesiólogos y psicopedagogos.
“Trabajamos de forma coordinada para ofrecer un manejo integral e individualizado a cada paciente, involucrando siempre a la familia, ya que su participación es fundamental para alcanzar un adecuado desarrollo de las capacidades del niño”, afirma la especialista.