El propósito es realizar un adecuado diagnóstico y tratamiento de estos casos, para lo que se cuenta con un equipo multidisciplinario.
No es extraño escuchar a algunos padres decir que sus hijos comen muy poco o que rechazan ciertos alimentos. La mayoría de las veces, estas situaciones no tienen un impacto importante en la salud del niño, sin embargo, en otros casos pueden amenazar su crecimiento y desarrollo.
Con el propósito de realizar un adecuado diagnóstico y tratamiento de estos casos, Clínica Alemana creó el Programa de Trastornos Alimentarios Infantiles, el que funciona en el Centro del Niño, ubicado en Clínica Alemana de La Dehesa.
La doctora Vivian Rybertt, nutrióloga infantil a cargo de esta iniciativa, explica que hasta el 50% de los padres consulta por dificultades en la alimentación de sus hijos, pero la mayoría de las veces se trata de conductas esperables entre los 18 meses de edad y los seis años. “Sin embargo, cuando estas alteraciones persisten en el tiempo o causan estrés familiar o social, con riesgo de comprometer el crecimiento y desarrollo, se habla de un trastorno alimentario infantil, lo que ocurre en el 5% de los casos”, afirma.
El manejo de cada paciente depende del tipo de alteración que se detecte, ya que estos trastornos pueden presentarse de diferentes formas.
El manejo de cada paciente depende del tipo de alteración que se detecte, ya que estos trastornos pueden presentarse de diferentes formas. Es así como, según el diagnóstico, las medidas pueden ir desde trabajar con los papás para que implementen en el hogar un estilo de alimentación saludable, hasta la indicación de psicoterapia o manejo psiquiátrico.
El objetivo del programa impulsado por Clínica Alemana es abordar esta problemática con un enfoque multidisciplinario, orientado a una óptima recuperación del estado nutricional y la conducta alimentaria del niño. Para ello, se cuenta con un equipo integrado por un nutriólogo, psicólogo, terapeuta ocupacional, fonoaudióloga, psiquiatra y nutricionista.
Tipos de dificultades en la alimentación infantil
- Apetito limitado: en estos casos, los niños comen poco y muestran escaso interés en consumir alimentos.
- Temor a alimentarse: consiste en el rechazo a comer luego de alguna experiencia traumática como atoro, vómito o dolor.
- Rechazo emocional de los alimentos: existe una negativa de los menores a alimentarse, asociada a dificultades vinculares, trastornos de ansiedad o del ánimo.
- Alimentación selectiva: es cuando se rechazan ciertos alimentos. Esto puede deberse a una aversión sensorial que consiste en el rechazo por textura, sabor, color o temperatura del producto a consumir.