"Podía sufrir un infarto cardiovascular en cualquier momento"

Pablo Enrione, de 53 años, siempre ha sido deportista, practica natación y mountain bike, además se alimenta de manera saludable, por lo tanto, se consideraba una persona sana. Sin embargo, a fines de octubre de 2016, de un momento a otro, sintió una molestia en el pecho al realizar sus ejercicios habituales, por lo que decidió consultar a un especialista y se inscribió en el Programa de Medicina Preventiva de Clínica Alemana.

El 15 de noviembre, acudió al chequeo médico y tenía planeado volver a la oficina luego de realizarse los exámenes. Sin embargo, la doctora Luz Martínez, especialista de Medicina Preventiva, le sugirió realizarse un test de esfuerzo, dado los antecedentes familiares de colesterol alto y las molestias que él describía. Este examen resultó alterado, por lo que se le indicaron pruebas complementarias.

Pablo cuenta que le advirtieron que lo más probable era que tuviese alguna obstrucción coronaria. Si esta era leve, sería fácil de reparar durante el mismo examen; en cambio, si se trataba de algo más complejo, lo más adecuado sería realizar una cirugía by-pass.

Fue así como debió internarse inmediatamente para que le efectuaran una coronografía. El doctor Álvaro Puelma, cardiólogo del Departamento de Cardiología de Clínica Alemana, explica que “al paciente se le detectó una angina de pecho. Esto se produce cuando las arterias coronarias -que irrigan el corazón- se obstruyen, lo que provoca un fuerte dolor y, eventualmente, la muerte del músculo cardiaco por la falta de sangre”.

El cardiólogo agrega que, además de tener tres vasos obstruidos, Pablo presentaba dislipidemia, es decir, colesterol alto. “A pesar de su estilo de vida saludable, generaba colesterol genéticamente, razón por la que sus arterias se habían bloqueado”, afirma.

Pablo sostiene que con esta enfermedad coronaria, podía sufrir un infarto cardiovascular en cualquier momento. 'Si bien sentí una molestia, nunca tuve dolor, solo una presión que apareció de un momento a otro. Sospeché que podía tener algo, pero jamás imaginé la gravedad. Mi error fue no chequearme antes, teniendo antecedentes familiares y más de 50 años. Por suerte, le hice caso a los síntomas”, cuenta.

Tres días después de que este ingeniero comercial y padre de dos adolescentes decidiera consultar en Clínica Alemana, fue sometido a una cirugía de revascularización miocárdica. El doctor Michael Howard, jefe del Servicio de Cardiocirugía de Clínica Alemana, explica que “este procedimiento consiste en instalar un injerto de un segmento de un vaso sanguíneo que permite 'saltarse'la zona tapada y brindar sangre al sector amenazado del corazón. Para esto, se realizaron tres by-pass coronarios, uno hecho con vena safena y los otros dos con arterias mamarias”.

En menos de una semana después de la cirugía, Pablo fue dado de alta. “La operación resultó excelente, la recuperación fue súper buena. A los 90 días, tal como me dijeron los médicos, retomé la natación. Ahora nado dos mil metros en perfectas condiciones, y volví a practicar mountain bike en el cerro sin ningún problema”, cuenta.