La consulta inicial es fundamental para una buena educación en salud y el cumplimiento de los exámenes anuales por el resto de la vida.
La primera menstruación marca en las niñas el momento de iniciar sus controles ginecológicos, por lo cual los especialistas aconsejan ir a la consulta en ese momento, o bien en los meses inmediatamente posteriores entre el cuarto y sexto ciclo.
Este procedimiento es considerado fundamental para la salud de la mujer, por lo cual es necesario generar las condiciones para que la paciente se sienta cómoda y desarrolle una buena relación con su médico. “Esto permitirá educarla en términos de formar el hábito de acudir al control ginecológico anual y de establecer un vínculo de confianza con el o la especialista”, explica la doctora Andrea Schilling, ginecóloga del Centro de la Adolescencia de Clínica Alemana.
El control ginecológico inicial tiene objetivos informativos y preventivos. En lo central, consiste en un examen físico que mide índices generales como peso y talla, junto a la evaluación del desarrollo puberal con procedimientos como la revisión de las mamas. Para una sesión posterior se abordarán la observación externa de los genitales –a menos que existan molestias o dudas específicas en la primera consulta– y el diagnóstico ginecológico interno.
Entre los temas que se deben abordar al inicio de la pubertad, figura el cuidado contra las enfermedades. “Según el Programa Nacional de Inmunizaciones, todas las niñitas en esta etapa debieran contar con la protección alvirus de la hepatitis B y el virus del papiloma humano, cuya segunda dosis de vacunación se coloca en quinto básico”, indica la doctora Schilling, quien detalla los objetivos de los primeros controles a las adolescentes.
Recomendaciones para una buena atención
La información inicial
La clave es la entrevista a la paciente para conocer sus antecedentes e historia médica. “Se le pregunta por su proceso ginecológico: cuándo ocurrió su primera menstruación, la regularidad de su ciclo y si siente dolor”, señala la especialista. Asimismo, recibe información precisa sobre los cambios corporales y el crecimiento, higiene menstrual y periodicidad de los ciclos. Respecto a los temas de sexualidad, la información inicial depende del desarrollo psicosocial de cada niña.
Consultas de las adolescentes mayores
A medida que avanzan los controles ginecológicos, se abordan temas como educación en salud reproductiva y prevención del embarazo, contagio de enfermedades de transmisión sexual, manejo de trastornos hormonales, o bien si presentan menstruaciones dolorosas o ausencia de ellas por períodos prolongados, junto a hábitos de vida saludables. Cuando la paciente es sexualmente activa, se les realiza el examen para detectar clamidia, enfermedad de transmisión sexual asintomática.
Importancia de la relación madre-hija
“Nadie mejor que la madre puede ayudar a su hija a comprender el proceso que está viviendo, y es importante para que ambas se acerquen”, recomienda la doctora Schilling. Al escoger al especialista, sugiere considerar la opinión de la niña respecto del tipo de profesional, por ejemplo si prefiere que sea hombre o mujer. De igual manera, siempre se explicará a la madre la necesidad de dar un espacio de confidencialidad a la menor, ofreciéndole a ella la oportunidad de conversar con el o la profesional durante la consulta.