Estudio reveló una alta incidencia de clamidias en jóvenes de ambos sexos y fue publicado en Journal of Pediatric & Adolescent Gynecology.
Un estudio sobre infecciones de transmisión sexual en adultos jóvenes y adolescentes encabezado por especialistas de Clínica Alemana, arrojó importantes conclusiones sobre la realidad de estas patologías en ese grupo etáreo y cuya relevancia llevó a su publicación en el prestigioso medio especializado Journal of Pediatric & Adolescent Gynecology en su edición de enero pasado.
Su autora principal, la doctora Andrea Huneeus, ginecóloga infanto-juvenil de Clínica Alemana de Santiago, explica que esta investigación detectó la presencia de clamidias –bacterias que generan cuadros que forman parte de las Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS)– en el 9% de los hombres y mujeres que participaron en la muestra.
Si se tiene en cuenta que los resultados de un análisis similar realizado por la Clínica en 2009 alcanzaron niveles de 3%, las conclusiones del último estudio representan una clara luz de alerta. A esto se suma que los estudios poblacionales realizados internacionalmente arrojan datos similares a los que se detectaron hace nueve años en nuestro país, por lo cual la situación local de esta enfermedad se encuentra en un fuerte crecimiento.
Las secuelas de la clamidia
La ginecóloga infanto-juvenil de Clínica Alemana explica que la tendencia al alza de la prevalencia de cuadros de infertilidad, embarazos tubarios y neumonía neonatal, podrían tener relación con la mayor frecuencia de esta infección bacteriana.
Aunque la clamidia es asintomática, entre un 5% y un 10% de las mujeres presenta problemas de salud asociados. En primer lugar, está la infertilidad de causa tubaria, es decir, la imposibilidad de embarazarse porque la trompa está cerrada; también son relevantes los procesos inflamatorios pelvianos con dolor crónico; los embarazos tubarios, esto es fuera del útero poniendo en riesgo la vida de la mujer; además de dificultades como parto prematuro y rotura de membrana. A estos se suman riesgos de eventuales contagios al recién nacido con cuadros de conjuntivitis y neumonía que pueden afectar gravemente la salud del neonato.
A todo ello se suma que esta enfermedad predispone a contraer con mayor facilidad otras infecciones como el VIH y el virus del papiloma humano, que provoca cáncer en distintas partes del cuerpo.
Prevenir y curar
En el ámbito de la prevención, la recomendación de la especialista es la realización de tamizaje o examen universal anual a la población joven sexualmente activa. Esta última es una medida que ya se aplica en el mundo desarrollado y que permite tratar a los enfermos y sus contactos evitando las complicaciones y la propagación de esta infección. Y, como práctica preventiva general, el uso de preservativos sigue siendo el modo más efectivo.
Cuando la presencia de clamidia se detecta, el tratamiento es muy sencillo y eficaz. Consiste en una sola dosis de antibióticos, que evita problemas que pueden afectar seriamente la vida futura y detiene la expansión de la enfermedad.