Detectarlos y tratarlos a tiempo, puede evitar la infertilidad además de los riesgos y molestias durante los meses de gestación.
Se estima que entre el 35% y 45% de las mujeres sufre de miomas, tumores benignos del útero cuya sintomatología, gravedad y tratamiento dependen de su ubicación, tamaño y de la cantidad que existan.
El doctorCésar Sandoval, ginecólogo de Clínica Alemana,
explica que si bien la mayoría de las veces los miomas pueden no generar problemas, existen casos en que sí causan dificultades en la madre, constituyéndose en un factor de riesgo importante para el embarazo y el parto.
Dependiendo de sus características, pueden provocar infertilidad, abortos y patología en el embarazo como dolor, síntoma de parto prematuro, alteración placentaria y del crecimiento fetal, además de hemorragias
posparto. Ante este escenario el especialista recomienda un control ginecológico antes de intentar ser madre, lo que además permite pesquisar y evitar otros problemas.
Una evaluación de este tipo incluye examen
clínico, ecografía transvaginal o abdominal y, en casos especiales, se suele agregar una resonancia de pelvis.
Síntomas de presencia de miomas
No siempre los tumores benignos del útero provocan alguna señal, pero pueden manifestarse como un aumento en el flujo de sangre durante las menstruaciones, con o sin dolor asociado o molestias que pueden incluir la sensación de compresión de órganos vecinos como la vejiga, generando síntomas urinarios o en el caso de presionar el recto, dificultades digestivas.
Tratamiento para reducir los miomas
En general, explica el gineco-obstetra, “cuando los miomas son asintomáticos el médico solamente hace un seguimiento clínico y ecográfico”.
En el resto de los casos, dependiendo de las características
de sus síntomas y edad de la mujer, se plantea un tratamiento hormonal o quirúrgico.
La decisión considera afectar lo menos posible las paredes del útero, en caso de requerir cirugía, especialmente
en las pacientes durante su edad fértil con intención de tener más hijos. En ese contexto, los tratamientos hormonales pueden reducir el tamaño de los miomas, para facilitar la cirugía posterior.
Esta se puede realizar a través de una inserción abdominal o una laparoscopía y, en general, tras 3 o 4 meses, la mujer puede embarazarse. También existen otras alternativas reservadas para casos especiales, como la
embolización del tumor, que consiste en cortar la irrigación sanguínea del mismo, lo que provoca la muerte del tejido y su reabsorción.
Departamento de Ginecología y Obstetricia.