Afectan con más frecuencia a niños y la principal medida para prevenir el contagio es el lavado de manos con agua y jabón.
A pesar de ser una época con temperaturas agradables, el verano no queda ajeno a las infecciones respiratorias virales, siendo el adenovirus y el enterovirus las más habituales. Al respecto, el doctor Luis Enrique Vega, pediatra broncopulmonar de Clínica Alemana, explica de qué se trata cada uno de estos virus y pone énfasis en la prevención.
Enterovirus
Habitualmente, los enterovirus provocan cuadros respiratorios y gastrointestinales leves, con sintomatología similar a la de un resfrío común o a la de cualquier otro virus. Las manifestaciones más comunes son fiebre, dolor faríngeo, rinoconjuntivitis, vómitos recurrentes, diarrea y, ocasionalmente, erupciones cutáneas (rash fino en tórax y abdomen).
Este virus se transmite por vía oral-fecal o a través de secreciones respiratorias (tos y estornudos). Por lo tanto, para prevenir el contagio se recomienda extremar las medidas de higiene, como el lavado de manos con agua y jabón.
El adenovirus se transmite principalmente por vía respiratoria, uso de utensilios contaminados o contacto con secreciones de personas enfermas.
No hay vacunas ni tratamientos específicos, por lo que su manejo consiste en aliviar la sintomatología.
Adenovirus
Se presenta con fiebre, dolor faríngeo, tos húmeda y/o rinoconjuntivitis, además de diarrea. Si bien en la mayoría de los casos se manifiesta de forma leve, en algunos podría darse de manera más grave, sobre todo cuando afecta a niños prematuros, inmunocomprometidos, cardiópatas o menores con enfermedades pulmonares crónicas.
El adenovirus se transmite principalmente por vía respiratoria, uso de utensilios contaminados o contacto con secreciones de personas enfermas.
Es indispensable consultar al pediatra a tiempo para disminuir el contagio, especialmente cuando el niño deja de alimentarse, su frecuencia respiratoria aumenta, presenta retracción subcostal (hundimiento de costillas) o aleteo nasal, continúa con fiebre por más de 48 horas, está decaído o tiene tos persistente.
Es bueno recordar que todas las infecciones respiratorias virales pueden complicarse con alguna sobreinfección bacteriana. Si bien este hecho es poco frecuente, es más prevalente en niños prematuros, personas con condiciones crónicas asociadas (asma, rinitis alérgica, displasia broncopulmonar, inmunodeficiencias, etc) y en quienes están expuestos a humo de cigarrillo.Algunas de las complicaciones más frecuentes son otitis media aguda, rinosinusitis aguda, rinitis purulenta, bronquitis aguda y neumonía, entre otras.