¿Qué revelan los exámenes de glicemia y de tolerancia a la glucosa?

Ambos análisis son complementarios y fundamentales para una detección oportuna de este trastorno crónico de alta incidencia en nuestro país.

Por Clinica Alemana nov. 14, 2018, 21:00

Ubicada entre las patologías crónicas de mayor impacto en Chile, la diabetes consiste en el aumento del azúcar en la sangre (glicemia) por un déficit en la producción de insulina que provoca un conjunto de síntomas que van desde sed, aumento del volumen urinario y baja de peso. Estas son señales de un progresivo efecto en el organismo que puede provocar graves trastornos como daño en la retina con riesgo de ceguera, deterioro renal que puede transformarse en insuficiencia renal crónica y alteración de la inervación periférica que puede llevar a úlceras y la amputación de extremidades.

 

Por eso la detección de esta enfermedad es fundamental y el primer paso es la solicitud de un examen de glicemia por parte del especialista. Este consiste en una toma de sangre generalmente en horas de la mañana, la mayoría de las veces junto a otros análisis de rutina que requieren un ayuno nocturno de, al menos, ocho horas.

Cuando los resultados están en el límite de los parámetros normales o se sospecha de un trastorno, es necesario realizar un segundo análisis: la prueba de la curva de tolerancia a la glucosa o sobrecarga. En ella, el paciente recibe una carga de 75 grs. de hidratos de carbono y se determinan los niveles de glicemia en tiempos prefijados: si los valores son mayores a 200 miligramos por decilitro (mg/dl) a los 120 minutos, ratifica la presencia de la enfermedad.

“El riesgo de diabetes aumenta con la edad, con el incremento del peso y la vida sedentaria. Su prevalencia es mayor aun en algunos grupos étnicos, en familias con historia de este trastorno y/o en presencia de hipertensión y dislipidemia (aumento de las grasas en la sangre) por encima de los valores normales, entre otros”, explica el doctor Sergio Majlis, jefe de la Unidad de Endocrinología de Clínica Alemana.

El especialista detalla de qué se tratan estos estudios, quiénes deben efectuárselos y qué medidas es necesario tomar previamente.

 

¿Qué antecedentes del paciente se deben tomar en cuenta?

Una historia familiar de diabetes, inactividad física, previa intolerancia a la glucosa, hipertensión, enfermedades vasculares, ovario poliquístico o presencia de síntomas sospechosos.

 

¿Cuándo se considera que una glicemia está alterada?

Si la glicemia en ayunas tiene un valor mayor que 126 miligramos por decilitro (mg/dl) es necesario repetir el examen al día siguiente y, en el caso de que persista en ese rango, estamos frente a una diabetes.

 

¿Con qué frecuencia se debe realizar el examen de glicemia?

Se recomienda desde los 45 años de edad. Y si no existen factores de riesgo, es ideal efectuarlo cada tres años. Sin embargo, es necesario realizar este estudio a menor edad cuando existe un índice de masa corporal (IMC) mayor a 25 kg/m2, HDL (lipoproteínas de alta densidad, por sus siglas en inglés, también llamado colesterol 'bueno') inferior a 35 mg/dl o triglicéridos a una magnitud mayor a 250 mg/dl.

 

¿Necesita de preparación previa?

En general, una dieta libre de hidratos de carbono, es decir, sin restricción de éstos, de al menos tres días previos al examen, y evitar situaciones de estrés e infecciones, alza febril, patologías u hospitalizaciones recientes. Asimismo, no se debe fumar durante la prueba y hay que permanecer en reposo.

 

¿Quiénes deben realizar la curva de tolerancia?

Sus indicaciones son muy variadas y difíciles de enumerar, ya que el riesgo de diabetes aumenta por un conjunto de factores. A grandes rasgos, se recomienda realizar este examen en situación de intolerancia a la glucosa en ayunas (glicemias basal entre 99 y 126 mg/dl) y/o post prandial –aquella que detecta los niveles de azúcar en sangre después de la comida– (ente 126 y 200 mg/dl) para descartar una diabetes.

 

¿Es necesario ampliar el análisis?

Se debe evaluar riesgo por presencia de diabetes en los progenitores. Asimismo, es necesario realizar estos exámenes cuando existe alguna patología cardiovascular con glicemias basales ocasionalmente elevadas. También es recomendable en pacientes con ovario poliquístico o acantosis (trastorno cutáneo) al examen clínico, sospecha de diabetes gestacional o antecedentes de hijos macrosómicos (cuando pesan más de cuatro kilos) en embarazos anteriores.

 

¿De qué depende revertir estos resultados?

Es reversible en la medida que se modifiquen las situaciones que condujeron a este trastorno metabólico. Es decir, un obeso que reduce su peso e incrementa su actividad física puede modificar en forma drástica sus resultados. Es importante tener claro que a pesar de que los exámenes iniciales alterados se normalicen y las consecuencias de la enfermedad se ven mitigadas, el diagnóstico de diabetes se mantiene.