La adaptación ante un estímulo novedoso solo se consigue bajo presión y fin de año exige responder de manera enérgica.
Diciembre amenaza con llevar a varios al límite de su tolerancia. El balance anual en el trabajo, la evaluación de desempeño, los compromisos sociales, y programar las vacaciones, son algunos de los factores estresores de este mes. Esa es su connotación tradicional, sin embargo, tiene un componente positivo muchas veces desconocido.
La capacidad de enfrentar cambios y de adaptarse a ellos, se consigue gracias al estrés. En efecto, el organismo se prepara para la acción y activa una serie de mecanismos que le permiten reaccionar. En ese contexto, explica Solange Anuch, sicóloga de Clínica Alemana, “como se trata de afrontar situaciones nuevas que conllevan un período de adaptación, muchas veces, se mal entiende que experimentar períodos estresantes es malo o negativo”.
En qué momento consultar al especialista
En períodos estresantes el mecanismo natural del organismo es responder ante el estímulo de manera transitoria y adecuada a la causa. Su duración, dependerá de lo que perdure el estímulo. “Lo patológico ocurre cuando esta respuesta aparece sin motivo, o se mantiene en el tiempo, más allá de lo que se esperaría, es desproporcionada y frena la acción,” explica el doctor Alejandro Koppmann, Jefe de la Unidad de Psiquiatría de Clínica Alemana.
Quienes ya han vivido el mismo factor estresante, tienen más claro cuándo consultar. Sin embargo, otras personas no saben en qué momento hacerlo, pero el organismo se encarga y reacciona frente al desgaste fisiológico con síntomas. Al respecto, el Dr. Koppmann recomienda estar atento a la siguiente sintomatología:
- Malestares físicos como por ejemplo: dolor de espalda y estómago, jaqueca, colon irritable, reflujo, palpitaciones.
- Problemas en la piel (alergias u otros).
- Contracciones musculares involuntarias.
- Insomnio o dificultad para conciliar el sueño.
Cuando las personas perciben que el estrés afecta su rendimiento laboral o académico e interfiere en sus las relaciones sociales, están frente a un problema que necesita ayuda especializada.
¿Qué esperar en una consulta?
- El especialista a través de exámenes descarta la presencia de una patología de base que pueda estar generando el cuadro.
- Una vez descartada se deriva al sicólogo, según la naturaleza del factor estresor.
- A medida que avanza la terapia, se evalúa la alternativa de acompañarla con medicamentos, los cuales son indicados por el psiquiatra.
Recursos para manejar el estrés
Cada persona tiene herramientas que lo ayudan a enfrentar los momentos adaptativos, dentro de los cuales se encuentran: las redes de apoyo, rasgos propios de la personalidad, edad, género y el haber experimentado hechos similares con anterioridad.
Solange Anuch agrega que todas las conductas que le permitan al ser humano volver a su naturaleza más genuina (primitiva) son de gran ayuda. Algunas de ellas son:
- Contacto con la naturaleza.
- Retomar las relaciones de apego y darle el lugar que corresponde.
- Buscar relaciones más cooperativas que competitivas.
- Volver a la vida espiritual y nutrirse de ello.
- Darle un sentido a la vida.
- Aprender sobre los propios límites y tener humor.
Estrés en menores
Los niños también pueden presentar estrés en esta época del año. Para evitarlo, se recomienda invitarlos a realizar actividad física, regular sus horas de sueño, tener una alimentación saludable, programar su descanso y anticiparse.
Los niños aprenden por lo que ven, por lo que escuchan y les dicen, por lo tanto, “poner énfasis en los logros es un error porque se trata de una variable que la persona no puede controlar; en cambio, focalizarse en el esfuerzo es la clave para no estresarse”, concluye el Dr. Koppmman.
Este artículo se realizó con la colaboración del doctorAlejandro Koppmann Jefede la Unidad de Psiquiatría de Clínica Alemana y Solange Anuch, psicóloga de la institución.