Operación por vía laparoscópica posibilitó una mejoría significativa de los trastornos que le provocó esta enfermedad de difícil diagnóstico.
Trabaja en el área de recursos humanos de una multinacional y está acostumbrada a una intensa actividad. Soledad Pérez realiza frecuentes salidas a terreno, y periódicamente viaja a distintos países de Sudamérica. Pero de un día para otro, sus períodos menstruales se convirtieron en un problema de salud que impactó todas las áreas de su vida. “Empecé a tener mucha hinchazón y dolor”, describe sobre el inicio de los malestares que la afectaron durante más de un año, lapso en el cual su condición empeoró progresivamente, al punto que cada mes debía ausentarse de su trabajo, al menos, por dos días. “Era inhabilitante”, recuerda.
La causa fue la endometriosis. Una patología de mujeres en edad reproductiva que provoca la implantación anormal de células de la cavidad uterina fuera de ese órgano y que el cuerpo no es capaz de remover. Así, puede extenderse a los ovarios y las trompas, o al resto de la cavidad abdominal.
Por eso, es habitual que las afectadas consideren los síntomas de la enfermedad como molestias del ciclo menstrual o los confundan con otras afecciones como el colon irritable. Es frecuente que deambulen de médico en médico sin encontrar una solución, demorando entre 5 a 10 años en ser diagnosticadas.
La experiencia de Soledad Pérez grafica en parte esta situación. “Fui muchas veces a consulta donde me daban combinaciones de medicamentos; los tomé todos, pero no funcionaban”, relata. Llegó un momento en el cual “la única solución para aguantar el dolor era acudir a un servicio de urgencia para recibir analgésicos por vía intravenosa”, agrega.
En ese trance, su ginecólogo sospechó rápidamente que podía ser un caso de endometriosis y la derivó al equipo especializado de Clínica Alemana. Un diagnóstico que la resonancia magnética confirmó: su patología era una endometriosis profunda, lo cual significa que también había infiltrado otros órganos de la pelvis. En menos de un mes fue sometida a una intervención exitosa, y a los cuatro días fue dada de alta.
“Hoy realizamos esta cirugía mediante laparoscopía con cámaras de alta definición, que nos permiten una visión muy precisa del territorio pélvico. Gracias a la especialización y entrenamiento de nuestros profesionales, podemos abordar esta enfermedad de la mejor manera”, señala el doctor Ignacio Miranda, Jefe de la Unidad de Endometriosis de Clínica Alemana.
Para Soledad Pérez, el beneficio fue total: “cero inflamación, y nunca más sentí dolor; fue un cambio del cielo a la tierra y mi vida cambió completamente”. Tres semanas después de la intervención, ella retomó todas sus actividades.
Enfermedad en alza
Si bien la mayoría de las pacientes trata la endometriosis con medicamentos para el dolor, hormonas y kinesiterapia, para un tercio de ellas la solución es la cirugía. Por esto, la detección temprana es fundamental. “Frente a algún detrimento de la calidad de vida durante la menstruación, las mujeres deben ser evaluadas por ginecólogos dedicados a este tema”, recomienda el doctor Miranda. Otras señales de alerta, detalla, son las molestias o dolores en la función intestinal y en las relaciones sexuales.
Una vez diagnosticada, la clave para enfrentar la patología está en su tratamiento con un enfoque multidisciplinario. “En Clínica Alemana, hacemos un comité con las distintas especialidades para definir la mejor forma de abordar la enfermedad en beneficio de la paciente”, indica. Un desafío creciente, ya que la endometriosis ha ido en alza en las últimas décadas. Entre las causas más probables, se señala el menor promedio actual de embarazos y el consiguiente incremento en el número de menstruaciones, que pasó de un promedio de 50 a niveles de 450 reglas a lo largo de la vida fértil. En ese escenario, ahora las mujeres están mucho más expuestas a este trastorno.
A partir de su experiencia, Soledad Pérez concluye: no hay que normalizar los dolores menstruales cuando afectan la calidad de vida. En efecto, los especialistas advierten que del conjunto de mujeres que presentan estos trastornos en sus ciclos e infertilidad, más del 50% de ellas tienen endometriosis.