Se ha observado un aumento espontáneo de personas que están utilizando la bicicleta para movilizarse. Un hábito saludable, sin embargo, no exento de lesiones.
En los últimos días, junto al incremento de personas en scooter, se ha visto un aumento espontáneo de ciclistas por las calles capitalinas, quienes han escogido este recurso como medio de transporte. En términos generales, han desempolvado la bicicleta para movilizarse de manera independiente entre sus hogares y lugares de trabajo.
La práctica de algún ejercicio siempre es beneficiosa para el organismo, sin embargo, en ocasiones conlleva lesiones. “Lo bueno es que estas sí se pueden prevenir con la información adecuada y una ejecución responsable”, señala el doctor Carlos Stierling, traumatólogo de Alemana Sport.
Para este tipo de ciclista -que no está acostumbrado a pedalear- el traumatólogo sugiere tres importantes recomendaciones:
1.- Personas sin expertise: son las más propensas a sufrir lesiones por traumatismo, por lo que contar con un buen equipamiento es fundamental.
2.- Cuidados cardiovasculares: si la persona no está acostumbrada a andar en bicicleta se sugiere un pedaleo lento, sin pendientes ni mayores esfuerzos y, mientras se realiza se pueden utilizar máquinas de monitoreo cardiaco.
3.- Musculo-esquelético: lo importante es una buena postura; que sea cómoda, así como chequear la altura del sillín y manubrio para prevenir dolores de espalda, cuello y de las extremidades inferiores.
¿Cómo evitar lesiones en bicicleta?
La clave es la prevención que permitirá rodar largas distancias con el mínimo esfuerzo:
- Colocar el metatarso completo y firme en el eje del pedal.
- Utilizar zapatilla rígida, ya que ayuda a mejorar la transmisión de la energía y a tener un pedaleo eficiente.
- Revisar la altura y posición del sillín. El objetivo es que la rodilla no llegue a la extensión completa cuando estamos con el pedal abajo (flexión de 25° aproximadamente).
- La distancia, altura y ancho del manubrio dependerá del tipo de ciclismo a realizar, pero debe ser cómoda y permitir un trabajo eficiente
Beneficios del ciclismo:
Algunos de los beneficios propios de la práctica de ciclismo son:
- Muscular: ayuda a fortalecer los muslos de la extremidad inferior permitiendo el trabajo de glúteos, muslos (cuádriceps e isquiotibiales) y pierna (gastrocnemios y tibial anterior).
- Ejercicio sin impacto: permite hacer un trabajo aeróbico sin impacto por lo que puede ser beneficiosos como parte de la rehabilitación de algunas patologías degenerativas de la extremidad inferior.
- Aumenta el trabajo cardiovascular: al mover rítmicamente las piernas, los músculos demandan más oxígeno, razón por la que el corazón necesita bombear más sangre para oxigenar. De esta manera, el músculo del corazón gana en potencia y resistencia.
- Mejora los índices metabólicos: se eliminan grasas y, con el sudor, también las toxinas. Está probado científicamente que los efectos sobre la pérdida de grasa son mucho mayores con un ritmo algo superior al de paseo.
- Disminuye el estrés corporal y mental.
Equipo de Traumatología de Alemana Sport.