Lesiones: ¿Por qué se rompe el tendón de Aquiles?

Si se estira excesivamente, puede romperse total o parcialmente. Esto, también puede ocurrir abruptamente, sin embargo, la mayoría de las veces, presenta un desgaste previo que condiciona la rotura.

Por Clínica Alemana jul. 17, 2019, 13:47

Es una dislocación frecuente que afecta mayoritariamente a deportistas recreacionales, sin embargo, puede ocurrirle a cualquiera.

El tendón de Aquiles conecta los músculos de la parte trasera de la pantorrilla con el pie. Por tanto es fundamental en la marcha al empujarnos mientras caminamos.

Si se estira excesivamente, puede romperse total o parcialmente. Esto, también puede ocurrir abruptamente, sin embargo, la mayoría de las veces,  presenta un desgaste previo que condiciona la rotura.

La lesión sufrida por Aquiles, héroe de la mitología griega, en uno de los tendones de su pierna y cómo ésta lo volvió débil frente el adversario, ha inmortalizado este tejido y su importante rol en la deambulación normal. Y no es sólo ficción, ya que sufrir una rotura de Aquiles, será sin duda bastante dolorosa e invalidante.

¿Qué siente la persona cuando este tendón se rompe?

“El tendón de Aquiles  es fundamental en la tercera fase de la marcha, cuando se impulsa el cuerpo en punta de pies. Por eso, si está dañado dificulta actividades como bajar escaleras, caminar y hacer actividad física”, afirma el doctor Andrés Keller, cirujano de tobillo y pie  de Clínica Alemana.

Habitualmente se escucha un ruido cuando se rompe y, agrega el especialista,  “si bien suele producirse al acelerar o retroceder  bruscamente -como durante un partido de fútbol-, existen otros casos de corte espontáneo que no responden a la práctica deportiva, como al salir de la ducha, o pisar el acelerador mientras se conduce”, explica el doctor Keller.

El sector central del tendón de Aquiles comprende entre dos a seis centímetros y, por razones genéticas, puede tener menos irrigación sanguínea, lo que lo hace más vulnerable a este tipo de lesiones. Es allí donde ocurre la rotura.

¿Por qué se rompe el tendón de Aquiles?

Entre las causas más frecuentes  que desencadena la rotura en este tejido dañado están:

  • Incrementar la intensidad de la actividad deportiva, sobre todo, en deportes que implican saltar (futbol, rugby, básquetbol).
  • Caídas de altura.
  • Pisar un hoyo.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar el riesgo de rotura del tendón de Aquiles son:

  • Edad: la edad promedio para la rotura del tendón de Aquiles es de 30 a 50 años.
  • Género: es cinco veces más probable que ocurra en hombres que en mujeres.
  • Obesidad: el sobrepeso puede ejercer más presión en el tendón.
  • Deportes recreativos: las lesiones ocurren con más frecuencia en Deportes que implican correr, saltar e inicios y paradas repentinos, tales como el fútbol, el básquetbol y el tenis.
  • Uso de ciertos antibióticos: derivados de fluorquinolonas aumentan el riesgo de rotura del tendón de Aquiles.

¿Se puede prevenir la rotura del tendón de Aquiles?

El especialista precisa que, aunque no se puede anticipar cuándo se va a romper, sí se puede disminuir la probabilidad que ello ocurra manteniendo un tendón sano y más preparado para recibir impactos mientras se practica deporte. Para ello, aconseja realizar rutinariamente los siguientes ejercicios.

  • Elongar y fortalecer los músculos de la pantorrilla: se debe realizar hasta sentir un tirón evidente, pero no doloroso. En este punto es importante no rebotar mientras se elonga. Estos estiramientos, también pueden ayudar al músculo y al tendón a absorber más fuerza y prevenir una lesión.
  • Variar las rutinas: alternar deportes de alto impacto, como correr, con deportes de bajo impacto, como caminar, nadar o andar en bicicleta. Evitar actividades que provoquen tensión excesiva como la carrera de montaña y las actividades de salto.
  • Elegir con cuidado las superficies para correr: evitar hacerlo sobre superficies duras o resbaladizas. Vestir adecuadamente para entrenar en climas fríos y usar calzado deportivo que se ajuste adecuadamente, con una amortiguación correcta en los talones.
  • Aumentar gradualmente la intensidad del entrenamiento: es frecuente que las lesiones del tendón de Aquiles ocurran después de incrementar abruptamente la intensidad del entrenamiento. Aumentar la distancia, la duración y la frecuencia del entrenamiento, como máximo, un 10 por ciento por semana.

Tratamientos para la rotura del tendón de Aquiles

El corte del tendón de Aquiles es una de las lesiones más temidas por los deportistas de alto rendimiento, porque su recuperación es muy lenta, pudiendo dejarlos fuera de la actividad deportiva por más de seis meses. Sin embargo, la gran mayoría de los afectados no presenta secuelas importantes, logrando incluso, reintegrarse al mismo nivel competitivo que tenía antes.

Las alternativas de tratamiento son médicas  y quirúrgicas. Hoy, la mayoría de los doctores recomienda operar. “La cirugía ha evolucionado mucho (es mínimamente invasiva) y entrega ventajas frente a la opción no quirúrgica. “En la Unidad de cirugía de Tobillo y Pie de Clínica Alemana fuimos pioneros a nivel nacional incorporando esta alternativa para nuestros pacientes. Se realiza a través de una incisión pequeña sobre la rotura, logrando unir ambos extremos del tendón, sin necesidad de abrir extensamente la piel ni el tendón”, explica el doctor Keller. Además, añade que este procedimiento disminuye el riesgo de infección de la  herida y permite una recuperación del tejido más biológica.

El especialista comenta que actualmente se ha incorporado un sistema de fijación de última tecnología (anclas) en la cirugía. “Este procedimiento ayuda a los pacientes a rehabilitarse en menor tiempo, con los beneficios que ello implica y permitiéndoles retomar sus actividades diarias antes”.

El traumatólogo agrega que el postoperatorio implica el uso de bota y bastones de manera inmediata después de la intervención, los que se van retirando progresivamente según la evolución del paciente, hasta recuperar la movilidad sin implementos de apoyo en un plazo de generalmente cuatro a seis semanas. En tanto, la rehabilitación kinésica se inicia entre la segunda y tercera semana.

¿Es recomendable acompañar el tratamiento con kinesiología de reintegro deportivo?

Absolutamente. Se sabe que una kinesiología bien llevada  y prolongada ayuda a obtener los mejores resultados en esta lesión, disminuyendo la probabilidad de que se vuelva a romper. Si además se realiza una etapa de reintegro deportivo, se estará completando todo lo necesario para que ese deportista amateur o de alta competencia logre reinsertarse en su hábitat a plenitud.

Unidad de Tobillo y Pie