“La vacunación en niños también ayuda a disminuir la posibilidad de que en el futuro infecten a sus parejas”, aseguró la especialista y añadió que se estima que el 70% de los portadores del virus son hombres.
Actualmente, se conocen más de 100 tipos de VPH, aproximadamente 25 de estos afectan al aparato urogenital tanto del hombre como de la mujer.
El virus del papiloma humano (VPH) es una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes en el mundo. Se estima que en nuestro país uno de cada dos adultos sexualmente activos tiene, ha tenido, o va a tener el virus en algún momento de su vida.
Desde el año 2014 la vacuna está disponible para las niñas de 9 años o que cursen cuarto básico como parte del Programa Nacional de Inmunización. A partir del segundo semestre de este año se incorporó a la población masculina en un esquema de 2 dosis separadas por 12 meses, es decir, debe administrarse cuando el niño esté en cuarto y luego en quinto básico (9 y 10 años respectivamente).
VPH ahora también en niños
La infección en hombres es relevante por el riesgo de transmisión y carga de enfermedad. Su desarrollo se asocia al cáncer de ano, pene y a algunos tipos de cáncer oral. Respecto de las verrugas genitales, en el año 2010 el 35% de las atenciones por condolimias correspondió a hombres.
“Se comenzó vacunando a las mujeres porque el cáncer más frecuente producto de papiloma humano es el del cuello del útero. Sin embargo, el VPH también produce otro tipos de enfermedades, como el cáncer de vulva y vagina en mujeres, el cáncer de pene en hombres y el cáncer de ano y de bucofaringe en ambos”, explica la doctora Carolina González Largo, ginecóloga infanto juvenil de Clínica Alemana.
La medida que espera inmunizar a 130 mil menores que hoy están en cuarto básico, apoya en la prevención del virus ya que en la población masculina no existen exámenes de detección precoz como sí ocurre en las mujeres con el Papanicolau (PAP).
“La vacunación en niños también ayuda a disminuir la posibilidad de que en el futuro infecten a sus parejas”, aseguró la especialista y añadió que se estima que el 70% de los portadores del virus son hombres.
Todos los niños pueden recibir la vacuna. “Solo ante un cuadro febril se recomienda esperar a que cese”, explica la especialista. En cuanto al comportamiento observado en consulta la doctora González señala que “el equipo de ginecología infanto juvenil de Clínica Alemana apoya la medida e incentiva la vacunación en niños y niñas independiente de la edad y que no hayan iniciado su actividad sexual, debido a que tiene mayor poder de inmunización”.
En el caso de ya haber iniciado su vida sexual “no va a ser tan efectivo como inocularse antes, porque si ya tiene integrado el virus, la vacuna no va a detener ese cáncer, pero sí va a prevenir el contagio de una nueva infección y eso siempre es bueno”, explica.
En estos casos la edad determinará el número de dosis que se requiere. “Hasta los los 15 años se trata de dos dosis. Pasada esta edad se requiere de tres”, especifica la ginecóloga infanto juvenil.
Evitar el cáncer a tiempo
Si bien, a diferencia de otras ETS, el papiloma humano es una infección silenciosa y pueden pasar años antes de reconocer algún síntoma, lo cierto es que la prevención y detección a tiempo del virus es fundamental. Esto, porque el VPH es responsable de prácticamente todos los casos de cáncer de cuello uterino.
Según señala la especialista, en el 80% de los casos de VPH el sistema inmune elimina la infección en un período de 4 semanas hasta 2 años después del contagio. Sin embargo, hay pacientes en los que el virus altera la estructura celular, impidiendo que las células dañadas sean destruidas por el cuerpo. “El virus altera el DNA, la información de la célula. Esto hace que las células se empiecen a desarrollar y multiplicar de forma anormal y creen un cáncer”, especifica.
Su clasificación obedece a su potencial oncológico: virus de bajo, medio y alto riesgo. Los primeros nunca desarrollan un cáncer y se pueden presentar como condilomas (verrugas genitales). Los virus de alto poder oncogénico, que pueden estar presentes en estado de latencia, se hacen activos y causan lesiones que lentamente evolucionan a cáncer invasor.
Importancia del examen Papanicolau (PAP)
La doctora advirtió que si bien la mejor forma de evitar el contagio es a través de la vacuna, es imprescindible que las mujeres que ya tienen una vida sexual activa se realicen periódicamente el examen papanicolau(PAP) como medida de prevención.
La especialista aseguró que una buena edad para comenzar a hacer el examen anual es entre los 21 y 25 años. “En este examen se toma una muestra de la secreción del cuello del útero y se mira al microscopio para buscar pequeños cambios que demuestren la infección del virus papiloma. Pero además, si es que el virus está presente, se puede detectar si se está produciendo un precancer para tratarlo a tiempo antes de que llegue a ser un cáncer”, comenta la ginecóloga infanto juvenil.
Hay diversas razones por las que muchas mujeres no se realizan el PAP regularmente, pero la especialista recalcó su importancia. “En nuestro país el cáncer de cuello uterino es muy frecuente y muy problemático. En mujeres jóvenes es el segundo cáncer que más mujeres mata después del cáncer de mamas, la gran diferencia es que el cáncer de cuello de útero es absoluta y completamente prevenible”, concluye la doctora.