Las adenoides son una estructura normal en los niños, que lentamente comienza a desaparecer, sin embargo, en ocasiones requieren de cirugía.
Las adenoides son una masa de tejido linfático ubicada en la nasofaringe, que es donde la garganta se une con la parte posterior de las fosas nasales. De manera sencilla, son una amígdala más que está en la parte de atrás de la nariz, explica el doctor Andrés Alvo, otorrinolaringólogo de Clínica Alemana.
Se trata de una estructura normal en los niños, que lentamente comienza a desaparecer entre los 7 y los 12 años, aunque ocasionalmente queda un pequeño remanente en adultos.
¿Cómo tratar las adenoides en niños?
En ocasiones, las adenoides pueden crecer demasiado o inflamarse y requerir de algún tipo de intervención, explica el doctor Alvo. Aseos nasales e inhaladores con corticoides pueden ayudar a disminuir la inflamación, sin embargo, no existe ningún medicamento que resuelva permanentemente los problemas de adenoides, siendo la cirugía el tratamiento más adecuado.
A pesar de que no existen límites de edad para la cirugía para adenoides, es más común en niños de dos a siete años y los motivos más frecuentes por los que se indica son:
- Adenoides que crecen mucho y tapan la parte de atrás de la nariz, produciendo obstrucción nasal o problemas del sueño (ronquidos con pausas respiratorias)
- Cuando bloquean el tubo que conecta la nariz con el oído (trompa de Eustaquio), favoreciendo la pérdida auditiva por acumulación de líquido en los oídos
- Si se inflaman crónicamente produciendo infecciones como adenoiditis, sinusitis u otitis a repetición
La adenoidectomía u operación para extirpar las adenoides, es un procedimiento simple, rápido y que no deja cicatrices visibles. De acuerdo con lo comentado por el otorrinolaringólogo de Clínica Alemana, “los beneficios dependen de la causa por la que se indicó la cirugía: mejorar la obstrucción respiratoria y la calidad del sueño, disminuir las infecciones repetidas, ayudar a tratar la pérdida auditiva por líquido en los oídos (otitis media con efusión), entre otros”.
Con el paciente completamente dormido bajo anestesia general, se introducen instrumentos especiales por la boca y se remueven las adenoides de la nasofaringe. Muchas veces, el procedimiento se combina con una cirugía de amígdalas (adenoamigdalectomía).
Aunque ninguna cirugía está libre de riesgos, sólo un porcentaje muy bajo de las adenoidectomías pueden presentar sangrado, alteraciones de la función del velo del paladar, entre otros. Afortunadamente estos son eventos muy infrecuentes y generalmente leves.
Postoperatorio
“El postoperatorio es en general bastante bueno, con mínimo dolor cuando sólo se sacan las adenoides. Puede haber algo de obstrucción y mal olor nasal, que se pasa en las primeras semanas”, comenta el especialista.
El paciente debe tener un reposo relativo, evitando el esfuerzo físico excesivo. Así, tendrá la posibilidad de hacer una vida bastante normal después de que se retiran las adenoides. De hecho, el experto comenta que “si bien, forman parte del sistema inmune, no se han demostrado efectos negativos significativos al sacarlas. Tenemos muchos otros órganos que son capaces de hacerse cargo y, como ya mencionamos, con el paso de los años tienden a atrofiarse de todas maneras”.
“En la mayoría de los casos, el período de recuperación es de aproximadamente dos semanas”, finaliza.