Se define como hidrocele a la presencia de líquido alrededor del testículo, dentro de una envoltura fina denominada vaginal testicular.
Se define como hidrocele a la presencia de líquido alrededor del testículo, dentro de una envoltura fina denominada vaginal testicular. De acuerdo con lo comentado por el doctor Jorge Rodríguez, urólogo pediatra de Clínica Alemana, existen dos grandes grupos de hidrocele: congénito y adquirido.
Hidrocele congénito
Este tipo de hidrocele tiene un carácter congénito y hereditario. Asimismo, puede dividirse en dos subtipos: comunicante o abierto y no comunicante o cerrado.
“Los hidroceles a puertas cerradas (no comunicante) son propios de recién nacidos y lactantes menores a un año. En la mayoría de los casos, el líquido irá desapareciendo por reabsorción espontánea ”,comenta.
Por su parte, los del tipo comunicante están conectados con la cavidad abdominal a través de un conducto. Se presentan mayoritariamente en niños mayores de un año y se manifiestan por una fluctuación del líquido alrededor del testículo.
En este caso, el escroto cambiará de tamaño o volumen durante la noche y el día. “En la noche, como el niño estará acostado, el líquido pasará del escroto al abdomen, por lo tanto, en la mañana el volumen escrotal será menor y viceversa, durante el día, por declive y aumento de fuerza abdominal, el líquido pasará de esta cavidad al escroto y al final del día se observará este de mayor volumen”, explica.
Hidrocele adquirido
El doctor Rodríguez asegura que "el hidrocele adquirido, se presenta con mayor frecuencia durante la pubertad y la adolescencia, producto de traumas, cuadros inflamatorios o secundarios a algunas cirugías".
A pesar de que no están comunicados con la cavidad abdominal, muchas veces siguen creciendo a puertas cerradas en el escroto, por lo que deben resolverse quirúrgicamente.
Tratamiento para hidrocele
El diagnóstico de esta patología es fundamentalmente clínico, vale decir, se realiza con la historia y el examen físico, pero se confirma con una ecotomografía.
Como se mencionó anteriormente, los hidroceles de recién nacidos y menores de un año se reabsorberán solos casi en la totalidad de los casos, por lo que el especialista a cargo sólo debe observar la evolución.
Mientras que, en los comunicantes el tratamiento es la cirugía. “El procedimiento se realiza bajo anestesia general y consiste en ir por la región inguinal a través de una pequeña incisión, abordar el conducto inguinal, aislar, ligar y cortar la comunicación. El saco que contiene el líquido se reseca ”dice el experto.
Cuando se trata de un hidrocele no comunicante, se abordan por el escroto y debe resecarse el tejido que lo contiene.
“La evolución postoperatorio es muy buena, habitualmente los niños se van de alta el mismo día con un dolor muy bien tolerado que cede con los analgésicos recetados”,afirma el urólogo infantil de Clínica Alemana.
El escroto puede estar hinchado durante los primeros días después de la cirugía, sin embargo, mejora en la evolución ya las dos semanas de la operación el paciente puede volver a sus actividades diarias.
“Si bien, el hidrocele no afecta la función gonadal, es importante dar un tratamiento oportuno, porque de no intervenirse seguirá creciendo, lo que posteriormente dificultará más su resolución quirúrgica por su tamaño, además, aunque con muy baja frecuencia, podría acompañarse de una hernia inguinal ”,cierra.