La meniscectomía es una cirugía mínimamente invasiva que permite estabilizar las lesiones de meniscos ¡Conoce más sobre sus beneficios!
La meniscectomía es una cirugía mínimamente invasiva que permite estabilizar una lesión de meniscos.
Los meniscos son dos estructuras de fibrocartílago con forma de medialuna que se encuentran dentro de la rodilla, entre el fémur y la tibia. Existe uno interno y otro externo, los que son fundamentales para mantener la indemnidad del cartílago hialino que recubre la superficie de la articulación”, explica el doctor Rafael Calvo, traumatólogo especialista en rodilla de Clínica Alemana.
A los meniscos se le atribuyen diversas funciones como transmitir y distribuir el peso corporal, además de estar relacionados con la estabilidad articular, lubricación y propiocepción o sensación de movimiento.
Diversos estudios biomecánicos han demostrado que al menos el 50% de la carga en compresión de la rodilla es trasmitida a través del menisco en extensión y un 85% de la carga es trasmitida en 90 grados de flexión.
Su capacidad de contribuir en la lubricación articular se asocia a que aumenta la congruencia entre los cóndilos del fémur y la tibia. Asimismo, se plantea que el menisco es una estructura propioceptiva que provee el menisco de feedback en la sensación de posición de la articulación.
Las lesiones de meniscos son una de las patologías más comunes en la rodilla, de hecho, tienen una incidencia estimada de ente 60 a 70 por cada 100.000 pacientes.
Causas de las lesiones de meniscos
“Estas lesiones pueden afectar a todas las personas, sin importar su edad. En los pacientes más jóvenes se producen generalmente por traumas deportivos, mientras que en los de edad más avanzada por desgaste y degeneración de éstos”, comenta el especialista.
Cuando la causa de la rotura de menisco es traumática, generalmente se debe a una torsión de la rodilla durante una práctica deportiva.
Por otro lado, cuando es atraumática, se presenta en meniscos degenerativos en los que la resistencia del tejido meniscal se encuentra disminuida por una alteración ultraestructural, típica del proceso de envejecimiento tisular.
Diagnóstico
El diagnóstico de una rotura meniscal es fundamentalmente clínico. “El paciente refiere dolor, especialmente con los giros, no estando siempre relacionado con un trauma específico. En ocasiones, manifiesta aumento de volumen de la rodilla y episodios de bloqueo o inestabilidad articular”, explica el doctor Calvo.
Para confirmar el diagnóstico y orientar a los especialistas en el tipo de rotura y tipo de tratamiento, se debe realizar un estudio de imágenes. “El gold-standard para el diagnóstico imagenológico de una lesión de meniscos es la resonancia magnética, con sensibilidades que llegan sobre un 95% para roturas mediales y laterales”, asegura el traumatólogo.
Tratamiento para la rotura de meniscos
De acuerdo con lo comentado por el experto, no toda rotura de meniscos tiene una indicación quirúrgica. Lo mas determinante son las molestias y limitaciones referidas por el paciente (cuadro clínico).
Hay un grupo de lesiones que, por su tamaño y ubicación, tienen potencial de cicatrización, sin necesidad de ser operadas.
A ellos se suman los pacientes con artrosis avanzada, es decir, con mucho desgaste de la articulación, en la que la rotura se produce dentro de un contexto de un deterioro global de todas las estructuras de la articulación conocido como artrosis. En esos casos se prefiere realizar tratamiento no quirúrgico como primera línea terapéutica, y si éste falla existen otras alternativas quirúrgicas, como las prótesis de rodilla.
Para definir el tratamiento para la rotura de meniscos, es fundamental una evaluación con el especialista, quien considerará múltiples factores como:
- Tipo y tamaño de lesión
- Edad del paciente
- Lesiones asociadas
Existen tres posibilidades de enfrentamiento, que van a variar, dependiendo de la ubicación de la lesión y la edad del paciente:
- Tratamiento conservador
- Resección del menisco
- Sutura meniscal
La indicación quirúrgica en una rotura meniscal tiene dos finalidades. Por un lado, controlar los síntomas atribuibles a la lesión misma (dolor, bloqueos, pseudo-fallos) y, por otro, evitar la progresión de la rotura del menisco y el daño condral que puede producir por efecto directo del fragmento de menisco roto.
El tratamiento de las roturas meniscales apunta a preservar la mayor parte del tejido meniscal que sea posible, de manera de mantener sus funciones, fundamentales para la homeostasis condral.
Meniscectomía
La meniscectomía artroscópica está indicada en pacientes que presenten los siguientes síntomas, tras no responder a un tratamiento conservador:
- Dolor
- Derrame articular
- Bloqueos
- Sensación de inestabilidad
El postoperatorio está especialmente relacionado al menisco operado y las lesiones asociadas que presente el paciente, dice el especialista de Clínica Alemana.
“En una resección meniscal simple se indica reposo relativo, uso de bastones por un tiempo corto según sus molestias y aproximadamente 10 sesiones de kinesiología para mejor la movilidad y función articular”, agrega.
Por su parte, el retorno deportivo está asociado al menisco operado siendo de al menos un mes para el menisco interno y algo mayor para el externo.
Finalmente, cabe destacar que la cirugía artroscópica es un gran avance para el enfrentamiento de estos pacientes dado que es mininamente invasiva, permite un tratamiento poco agresivo y muy delimitado para la lesión. Se realiza con anestesia general o espinal según la evaluación del tipo de paciente y en un marco de hospitalización transitoria. Además, se logra un reintegro rápido a las actividades de la vida diaria y deportiva.