Casos repentinos de desarrollo de diabetes en personas, luego de haber tenido el coronavirus en el organismo, han llevado a sospechar que este tipo de virus podría causar destrucción o daño en las células productoras de insulina.
Casos repentinos de desarrollo de diabetes en personas, luego de haber tenido el coronavirus en el organismo, han llevado a sospechar que este tipo de virus podría causar destrucción o daño en las células productoras de insulina.
Si bien es sabido que este fenómeno ocurre con otros virus –se ha relacionado la aparición de Diabetes tipo 1 con enterovirus, virus influenza, citomegalovirus, rotavirus y coxsackie–, el nexo, en el caso de SARS-CoV-2, aún no está científicamente probado. Sin embargo, hay ciertos elementos que permitirían establecer algún tipo de relación.
Uno de ellos es lo que sucedió en 2003 con la epidemia del SARS por Coronavirus tipo 1. “Se descubrió que habría asociación entre esta infección y aparición de nuevas hiperglicemias. Se dijo que el virus podría afectar directamente las células productoras de insulina y de esta manera provocar una disfunción en la producción de la insulina”, explica el doctor Gonzalo Godoy, diabetólogo de Clínica Alemana.
El especialista también precisa que, en ese entonces, se demostró que algunas personas infectadas, que desarrollaron neumonía, presentaron lesiones en el páncreas. “Tenían mucho mayor incidencia de cursar con glicemias altas que los pacientes que tenían neumonías por otros virus que no eran el Coronavirus tipo 1”, explica.
Sobre la relación de estos dos tipos de coronavirus, el doctor explica que tienen un 80% de similitud, por lo que no descarta “una relación entre el daño que pudiera provocar este virus actualmente con el que se vio que provocaba el Coronavirus tipo 1 en la epidemia del año 2003”, advierte.
En el caso del Coronavirus tipo 2 –que produce la enfermedad Covid-19– en pacientes que son diabéticos, el doctor relata la experiencia China, donde hubo quienes se infectaron y “tuvieron mayores episodios de complicaciones agudas: cetoacidosis diabética, estado hiperglucémico hiperosmolar y además, severa resistencia a la insulina”.
Por lo tanto, las hipótesis de algunos estudios sugieren que este virus no solamente infecta las células pulmonares, sino que también aquellas del islote pancreático (conjunto de células que producen hormonas como la insulina). Entonces, no solo provocaría neumonía, sino que también facilitaría la aparición de glicemias elevadas.
“Esta patología, en el fondo, significaría una agresión directa a las células productoras de insulina y lo que no sabemos es si se trata de la aparición de una Diabetes tipo 2 o de un nuevo tipo de diabetes que podría incluso evolucionar en el tiempo de una manera diferente”, explica.
Sin embargo, aclara que aún “estamos escribiendo una historia en relación a lo que es hiperglicemia e infección por Coronavirus tipo 2”. A lo que añade que, en el caso de un paciente diabético, que además presente obesidad, es esperable que al infectarse, haya una mayor respuesta inflamatoria con una peor evolución.