Las manos son muy importantes y perderlas puede cambiar la vida de una persona. Así lo vivió Marcela Peredo, quien en un lamentable accidente automovilístico sufrió graves heridas en una de sus manos.
Las manos son muy importantes y perderlas puede cambiar la vida de una persona. Así lo vivió Marcela Peredo, quien en un lamentable accidente automovilístico sufrió graves heridas en una de sus manos.
Sus recuerdos son borrosos producto del accidente, sin embargo, según comenta, una noche del 2018 se volcó en su Jeep y dio alrededor de cuatro o cinco vueltas. Una vez detenida, vio que había sangre y no tardó demasiado en notar que venía de su mano izquierda.
Fue llevada a un centro asistencial donde la respuesta inmediata fue: “vamos a tener que amputar”. Ante la negativa de su padre, fue trasladada en ambulancia a Clínica Alemana, donde la recibió el doctor Sebastián Undurraga, traumatólogo del Centro de Cirugía y Rehabilitación de la Mano.
De acuerdo con lo relatado por Marcela, se sintió muy segura en las manos del equipo médico de Clínica Alemana, puesto que, si bien, sabía su nivel de gravedad, el grupo humano que encontró fue capaz de brindarle apoyo y esperanza de que podría tener una solución.
Por su parte, el especialista asegura que la lesión con la que ingresó Marcela era gravísima y comprometía múltiples sistemas.
"Tenía compromiso óseo, tendíneo, de nervios, de ligamentos y, además, un defecto de cobertura de piel importante, dejando tejido y zonas óseas expuestas”, recuerda el doctor Undurraga.
Para enfrentar el desafío de reparar la anatomía de su mano y devolverle su funcionalidad de la mejor forma posible, el equipo médico realizó un tratamiento integral que estuvo constituido por tres etapas.
En primera instancia, se realizó un aseo quirúrgico para limpiar toda la lesión y dejarla en óptimas condiciones para la reconstrucción. Posteriormente, se hizo una estabilización ósea con una técnica llamada osteosíntesis y la reparación de los tendones que movilizan la mano. Finalmente, en una tercera cirugía, se efectuó un colgajo microquirúrgico para cubrir el defecto cutáneo, además de la reconstrucción del nervio mediano que se vio comprometido en el accidente.
Según el doctor Undurraga, el nervio mediano es “fundamental en la función de la mano, tanto motora como sensitiva. Para reconstruirlo fue necesario tomar un injerto del nervio sural, de la pierna de Marcela. Esto nos permitió sacar un nervio de una zona donde es menos importante y reconstruir el nervio mediano en la mano de Marcela.”
El proceso de rehabilitación
El proceso de rehabilitación es fundamental en un tratamiento como el que recibió Marcela.
“Una cosa es lo que nosotros los cirujanos hacemos en el pabellón, pero existe una segunda etapa muy importante que involucra a Marcela, sin duda, y también al equipo de rehabilitación. Una mano gravemente lesionada es una mano que requiere rehabilitación, que requiere ser reeducada”, declara el traumatólogo de Clínica Alemana y agrega que “en ese sentido, el equipo de rehabilitación tiene un rol central en el tratamiento de una mano gravemente lesionada”.
Marcela asegura que “todo era incierto. Yo lo fui viviendo como un proceso ‘natural’, pero me sacaba la mugre, quedaba con la mano cansadísima”. Asimismo, comenta que tuvo muchas sesiones de kinesiología y terapia ocupacional. “Al principio no hacía nada, no movía ni un dedo, después tomar una pelota, jugar con plasticina”, recuerda.
Gracias a esto, a un año de sus cirugías, Marcela tiene una mano izquierda con una completa movilidad que le ha permitido seguir con su vida de una forma absolutamente normal.
Marcela asegura que hoy incluso es capaz de tejer a crochet y retomar su actividad como abogada y escritora. La reconstrucción de su mano le permitió escribir un nuevo libro que, para ella, tiene mucho más valor que los anteriores.
“Para mí, todo lo que pasó es un milagro y en ese sentido yo estoy muy agradecida de todo el equipo de Clínica Alemana”, cierra.