La artroscopía de hombro es un procedimiento quirúrgico que consiste en la visualización de la articulación del hombro y el espacio subacromial, a través de una óptica.
La artroscopía de hombro es un procedimiento quirúrgico que consiste en la visualización de la articulación del hombro y el espacio subacromial, a través de una óptica.
“Esta herramienta nos permite realizar el diagnóstico de múltiples lesiones del hombro logrando una visualización incluso mejor que mediante incisiones de gran tamaño. También, la artroscopía es utilizada para reparar las lesiones identificadas y lograr un tratamiento adecuado de muchas patologías”, explica el doctor Francisco Ruiz, traumatólogo especialista en hombro de Clínica Alemana.
De esta forma, la artroscopía de hombro permite:
- Reparar varios tipos de luxaciones o inestabilidad del hombro y de la clavícula.
- Tratar la mayoría de los desgarros del manguito rotador.
- Liberar hombros congelados o rigideces capsulares.
- Realizar aseos quirúrgicos de infecciones.
- Hacer biopsias sinoviales y retiro de cuerpos libres dentro de la articulación.
- Resecar y reparar tendones en casos de tendinitis cálcica.
- Resecar el extremo distal de la clavícula, en caso de artrosis dolorosas.
- Reparar lesiones labrales o fijar el tendón largo del bíceps.
Sin embargo, de acuerdo con lo comentado por el doctor Ruiz, hay lesiones que con mayor frecuencia deben ser operadas de forma abierta. Por esto, no califican para esta técnica:
- Fracturas del húmero proximal, escápula y clavícula.
- Algunas inestabilidades o luxaciones del hombro.
- Colocación de endoprótesis articulares.
¿Cómo se hace una artroscopía de hombro?
La artroscopía de hombro se puede realizar de forma ambulatoria a la gran mayoría de los pacientes. Para efectuar el procedimiento correctamente, es necesario hacerlo en un pabellón quirúrgico estéril, donde el paciente
se someterá a una anestesia general, regional o mixta.
Así, “a través 2 a 4 pequeñas incisiones de 7 a 12 milímetros, se introduce una óptica de 4 milímetros, una fuente de luz y cámara de alta definición que están conectadas a un monitor. “Ahí los cirujanos podemos ver en tiempo real las distintas estructuras del hombro. Para una mejor visualización se irriga suero con o sin un vasoconstrictor, ayudado de una bomba que permite mantener una presión constante dentro de la articulación”, dice el traumatólogo de hombro de Clínica Alemana.
Foto: Paciente post operado donde se evidencian las cicatrices de los portales usados para la artroscopía.
Después de la cirugía
Habitualmente, cuando pasa el efecto de la anestesia regional utilizada para el procedimiento, el paciente comienza a sentir dolor en la zona donde se efectuó la artroscopía. Para esto, se recetan analgésicos orales. Asimismo, el bloqueo del dolor obtenido gracias a la anestesia durante el procedimiento se puede prolongar con el uso de un catéter. Este se coloca bajo ecografía en la cercanía de los nervios que van al hombro y brazo, junto a una bomba que da anestesia por cerca de 36 horas.