La dermatitis atópica, también conocida médicamente como eczema, es una condición crónica muy común en la piel de los niños.
La dermatitis atópica, también conocida médicamente como eczema, es una condición crónica muy común en la piel de los niños. Aunque puede presentarse a cualquier edad, su aparición es más frecuente antes de los primeros 5 años de vida, explica la doctora Tatiana Riveros, dermatóloga de Clínica Alemana.
Síntomas de la dermatitis atópica
Entre los síntomas de dermatitis atópica la especialista reconoce:
- Inflamación.
- Enrojecimiento.
- Picazón.
- Resequedad.
Estas lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, las zonas de distribución varían con la edad, explica la doctora Riveros. En niños más pequeños, la dermatitis atópica suele comenzar como una inflamación roja y seca de la piel de las mejillas y alrededor de la boca, que puede empeorar cuando comienzan a babear.
Mientras que, cuando los niños van creciendo, el eczema podría aparecer en los brazos, piernas y otras zonas en las que puedan rascarse.
Cuando llegan a la adolescencia, es habitual ver que las lesiones por dermatitis atópica se presentan en los pliegues en general: codos, detrás de las rodillas, el cuello, en el dorso de los pies y en los ojos, agrega la experta.
Causas
Esta condición se produce por la combinación de factores genéticos y ambientales. Así, entre las causas genéticas de la dermatitis atópica se encuentran diferencias en las proteínas que están en la barrera natural de la piel llamada manto lipídico.
De esta forma, cuando esta barrera se debilita o no existe, genera que la piel se vuelva más seca y susceptible a infecciones, ya sea de bacterias, virus u hongos, porque:
- Pierde humedad y se reseca.
- Se vuelve más irritable.
- Se torna hipersensible.
Asimismo, el sistema inmune de la piel podría tener reacciones exageradas frente a desencadenantes ambientales, tales como: pelusas de mascotas, fibras de la ropa y ácaros del polvo. En esta línea, los niños con dermatitis atópica podrían presentar con mayor frecuencia alergias respiratorias y asma.
En este contexto, aunque con menor frecuencia, alergias alimentarias específicas podrían empeorar la dermatitis atópica de un niño al momento de ingerir un alimento.
Tratamientos para la dermatitis atópica
Desafortunadamente, al ser una condición permanente, la dermatitis atópica no tiene cura. Sin embargo, existen medidas para disminuir los síntomas y mejorar la calidad de vida. Entre ellos, la doctora Riveros destaca:
- Bañarse diariamente para lavar la suciedad, celular muertas y otros potenciales irritantes de la piel.
- El agua de la ducha debe estar tibia (no caliente).
- El tiempo de baño debe limitarse de 5 a 10 minutos.
- Secar la piel con golpecitos suaves, sin frotarla, e inmediatamente aplicar humectante, mientras está ligeramente húmeda. El humectante ayudará a mantener la piel hidratada.
- Utilizar una crema o ungüento que el niño tolere, ya que la resistencia por parte de él podría hacer que el régimen diario sea difícil de seguir.
- Evitar todos los perfumes directo a la piel.
- Preferir ropa de algodón con doble enjuague en la lavadora, para que no queden restos de perfume de los detergentes.
- Evitar los suavizantes de ropa.
- Ten en cuenta que cuanto más espeso sea el humectante, mayor será la barrera que por lo general proporciona.
- Hay que considerar que los ungüentos son más eficaces que las cremas y las cremas más eficaces que las lociones. Las cremas son una opción razonable durante el verano cuando los ungüentos espesos y grasosos pueden resultar incómodos para el niño.
Además de estas recomendaciones, la especialista agrega que hay tratamientos con corticoides tópicos para la erupción cutánea y medicamentos antihistamínicos para la picazón, pero no debes olvidar que estos siempre deben ser recetados por un especialista.