Cuidar tu salud a cualquier edad es relevante. Si bien, a los 30 puedes ser una persona potencialmente sana, los cambios en el estilo de vida al llegar a la primera adultez pueden ser riesgosos.
Convertirse en adulto joven es el sueño de cada adolescente. Y es que, en esta etapa de la vida se experimentan importantes cambios como el independizarse, la vida en pareja, la llegada de un hijo, el aumento de los ingresos económicos, pero también trabajos exigentes y mayor carga de estrés.
Se trata de un periodo en el que los jóvenes suelen sentirse invencibles. Sin embargo, de acuerdo con el doctor Francisco Ibarra, internista y especialista en medicina preventiva de Clínica Alemana, “si bien la adultez temprana, vale decir, antes de los 40 años, es una etapa que se caracteriza por una buena salud general, los ajustes de vida anteriormente mencionados traen consigo cambios de hábitos que pueden no ser saludables”.
Todos estos elementos hacen que se rompa el equilibrio y sea necesario comenzar a detectar precozmente la aparición de problemas típicos, entre los que el especialista reconoce:
- Aumento de peso.
- Elevación del colesterol y la presión arterial.
- Hígado graso.
- Prediabetes.
- Aparición de tumores.
- Trastornos del sueño o mentales.
- Abuso de alcohol, tabaco y/o drogas.
- Accidentes y lesiones traumáticas.
Por esto, es sumamente relevante que todo adulto sano, desde su etapa temprana no se salte los chequeos generales preventivos al menos cada 2 años si no tiene factores de riesgo, dice el especialista. Estos consisten en:
- Entrevista médica y examen físico.
- Exámenes de laboratorio.
- Electrocardiograma.
- Ecografía del abdomen, especialmente importante en la pesquisa de cálculos en la vesícula biliar.
“Esto debiera ser complementado con una visita al dermatólogo, oftalmólogo, y ginecólogo en el caso de las mujeres, con la realización de Papanicolau. Asimismo, los hombres podrían requerir ir al urólogo si tienen dudas o problemas con su vida sexual, por educación y chequeo testicular o si tienen antecedentes de cáncer prostático precoz en la familia”.
Así como consultar a tiempo es esencial, el autocuidado también. Por esto, no debes olvidar el autoexamen de mamas o testicular, y estar atento a cambios en tu piel y lunares.
Las claves para un estilo de vida saludable
Para muchos, llevar un estilo de vida saludable considera una alimentación equilibrada, realizar actividad física con frecuencia y no consumir alcohol y/o tabaco. Efectivamente, estas conductas son fundamentales para estar saludables, pero no es todo, según relata el experto.
A ellos se suma una serie de buenos hábitos que usualmente se ven amenazados en esta etapa de la vida. Entre ellos se encuentra:
- Buen dormir: se debe procurar dormir al menos 7 horas ininterrumpidas.
- Conductas sexuales responsables para prevenir enfermedades de transmisión sexual.
- Manejo del estrés y la ansiedad.
- Administrar y proteger los periodos de ocio, espacios familiares, vida al aire libre y otras actividades que fomenten el bienestar y el descanso según las preferencias personales.
- Sana relación con el entorno y cultivo de aptitudes socioemocionales para evitar trastornos del ánimo.
“Además, debería considerarse un hábito el realizar todas las rutinas de seguridad, tanto en actividades de la vida diaria, deportivas y al conducir, ya que, los accidentes y traumatismos son una fuente habitual de patología a esta edad, especialmente bajo la influencia de alcohol y otras sustancias”, sostiene el experto en medicina preventiva.
Motivaciones para el autocuidado
Querer estar bien – o mejor – es la principal motivación que debieras tener para empezar a hacer cambios en tu rutina que te permitan estar más saludable, aunque eso implica una alta conciencia y autoestima, explica el especialista.
Si eso no te parece motivo suficiente, debes recordar que todo este esfuerzo por llevar una vida saludable será tu mejor cuenta de ahorros de un envejecimiento saludable y pleno. Además, no debes olvidar el rol que tienes en tu familia y en la sociedad y que, tu bienestar también afecta a quienes te rodean.