Mucho hemos hablado sobre la necesidad de ventilación mecánica en pacientes que terminan en la UCI por Covid-19 severo y sus complicaciones. Pero, ¿qué pasa con su movilidad al momento de salir de cuidados intensivos? Aquí te lo contamos
Mucho hemos hablado sobre la necesidad de ventilación mecánica en pacientes que terminan en la UCI por Covid-19 severo y sus complicaciones. Pero, ¿qué pasa con su movilidad al momento de salir de cuidados intensivos?
Antiguamente los pacientes críticos estaban mucho tiempo inmovilizados, además de su enfermedad, lo que produce atrofia muscular por desuso, causando que a largo plazo aumenten las complicaciones, explica el doctor José Miguel Montes, médico intensivista de Clínica Alemana.
Asimismo, explica que las complicaciones que se presentan son principalmente tres:
- Escaras por estar apoyando zonas del cuerpo que no se están moviendo.
- Compresiones tanto vasculares como nerviosas con daño neurológico.
- Complicaciones pulmonares, porque el paciente tiene menos fuerza para toser.
De acuerdo con lo comentado por Felipe González, kinesiólogo de Clínica Alemana, comenzar con la movilidad temprana en este tipo de pacientes es sumamente relevante, puesto que “se ha visto que el movimiento genera una ayuda no solo para mantener las articulaciones sanas y los huesos con un estímulo de carga, sino que también se sabe que la síntesis proteica del músculo puede conservarse si el paciente se mantiene en movimiento y con electroestimulación muscular”.
“Además, toda esa información es recibida por el sistema nervioso central y genera plasticidad neuronal. Cuando una persona se mantiene inmóvil, se genera un cambio estructural en el cerebro, porque este sin movimiento también se modifica, pero algunas zonas motoras específicas se pueden mantener vigentes con una mayor cantidad de movimiento, incluso estando sedado”, agrega el especialista.
Movilidad temprana en pacientes de la UCI
Según Felipe González, lo ideal es partir con la movilización lo antes posible y explica que los kinesiólogos juegan un rol fundamental en la terapia física.
“Algunos pacientes tienen periodos de ventilación mecánica más breves, por lo tanto, no van a requerir una rehabilitación por largo tiempo. Sin embargo, aquellos que requieren de ventilación mecánica prolongada o circulación extracorpórea van a estar mucho tiempo hospitalizados y pueden adquirir el síndrome post cuidados intensivos. Son personas que probablemente terminen en condición de pacientes críticos crónicos, lo que requiere de cuidados a largo plazo”, explica.
Asimismo, comenta que existen diferentes metodologías, dependiendo de si el paciente está sedado o está en la etapa del despertar.
Pacientes sedados
Las etapas iniciales son de mayor gravedad e inestabilidad y para tratar la patología causal, Covid-19, por ejemplo, hay que pasar por etapas de reanimación y estabilización donde los pacientes están sedados y eventualmente bajo relajación muscular. En ese momento la atención kinésica es en base a movilización pasiva.
De esta forma, se pueden realizar movimientos manuales o con algún dispositivo como una bicicleta que permita mover al paciente pasivamente. También, si el paciente lo tolera, se puede hacer uso de electroestimulación cuando ya no requiera medicamentos que bloquean la acción de los músculos.
Etapa del despertar
En esta etapa, cuando la patología que llevó al paciente a la ventilación mecánica está en regresión, se comienza la fase de retiro de soportes y disminución de los sedantes.
Esta transición puede durar horas, días o semanas; periodo de tiempo en el que el paciente comienza a adquirir un nivel de conciencia hasta que logra mantener una conducta más acorde a la realidad.
“Dentro de ese proceso de despertar está el delirium, alteración cualitativa de la conciencia que produce que estén desorientados e inatentos, y el ejercicio es una de las estrategias que ayudan a la recuperación de esta condición”, dice.
En esta etapa ya se pueden hacer ejercicios donde el paciente ejecute movimientos, por lo que el foco está en recuperar su fuerza muscular y movilidad, con la intención de que finalmente pueda moverse de manera independiente.
Resultados
“Se ha demostrado que el movimiento temprano acorta los días de ventilación mecánica, los días en UCI y los días hospitalarios. Por esto, a largo plazo mejora la calidad de vida, movilidad e interacción con la sociedad, permitiendo a los pacientes retomar sus vidas y volver a trabajar”, finaliza.