Los medicamentos son una importante causa de accidentes de tránsito. ¿Los consumes? Descubre si puedes manejar o no.
Los accidentes de tránsito son bastante frecuentes en nuestro país. Según las cifras de la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (CONASET), durante el 2020 se registraron 64.707 siniestros de este tipo y, de ellos 1.485 corresponden a fallecimientos.
Las causas de que esto ocurra pueden ser muy variadas y, entre ellas, se encuentra el uso de sedantes. En este contexto, el doctor Francisco Ibarra, internista y especialista en medicina preventiva de Clínica Alemana, explica que “existe una subestimación del problema, porque muchas veces ni siquiera es considerado un factor determinante por el o los afectados. Durante el año 2020, de los 64.707 siniestros registrados, 525 (0.8%) estuvieron relacionados a consumo de estupefacientes o condiciones físicas deficientes (sueño, cansancio, fatiga), representando el 2.8% de las muertes por accidentes, mientras que el alcohol, otro sedante, el 7.5% de las muertes”.
Asimismo, el especialista agrega que aunque los accidentes de tránsito por este motivo pueden ocurrir a cualquier edad, la mayor incidencia está entre los 20 y 60 años.
¿Qué tipo de medicamentos son considerados sedantes?
Existen medicamentos capaces de deprimir las funciones del sistema nervioso central (SNC), es decir, el cerebro se pone más lento, y por ello son útiles para tratar condiciones como:
- Ansiedad.
- Pánico.
- Estrés.
- Trastornos del sueño.
- Dolor agudo y crónico.
- Agitación psicomotora.
- Entre otras.
“Su consumo produce una sensación de relajamiento y amodorramiento. Cuando son ingeridos durante largo tiempo, con frecuencia provocan en la persona una especie de apatía y en casos extremos pueden conducir a la inconsciencia”, menciona el internista de Clínica Alemana.
Entre los medicamentos que pueden actuar como sedantes se encuentran el fenobarbital y aquellos que se utilizan para el insomnio, ansiedad y relajantes musculares.
“Otros medicamentos que frecuentemente producen sedación como efecto secundario son los analgésicos como el tramadol y el ketoprofeno, los antialérgicos como la clorfenamina y la hidroxizina, los antitusígenos, algunos antidepresivos sedativos como la mirtazapina y trazodona, los antipsicóticos como el aripiprazol o risperidona y algunos anticonvulsivantes que también se ocupan para trastornos del ánimo o dolor crónico como la quetiapina, lamotrigina, pregabalina o gabapentina”, complementa el experto.
¿Puedo manejar si utilizo medicamentos con efectos de sedación?
El doctor Ibarra señala que se ha comprobado que el riesgo de conducir bajo los efectos de algunos de estos medicamentos es equivalente al de conducir con una tasa de alcohol en la sangre de 0,5 g/l a 0,8 g/l, esto es, manejar bajo la influencia del alcohol.
“Los antialérgicos más modernos son mucho más seguros para la conducción, ya que, normalmente no producen somnolencia. Es importante considerar también que no afectan a todos los conductores de la misma manera. La peor circunstancia es la mezcla de sustancias sedativas, como podría ser cualquiera de estos medicamentos con alcohol, drogas o estupefacientes”, asegura.
Por esto, contarle a tu médico todos los fármacos que consumas se vuelve sumamente relevante. De esta forma, él podrá evaluar las interacciones entre ellos. Igualmente, si utilizas hierbas o frutas como la pasiflora, valeriana y pomelo, porque podrían exacerbar el efecto sedativo.
“También se deben considerar enfermedades o condiciones que, combinadas con estos medicamentos, pueden generar niveles elevados de somnolencia”, dice el doctor Ibarra y entre ellas reconoce:
- Apnea del sueño.
- Narcolepsia.
- Enfermedades neurológicas.
- Trastornos hormonales.
- Anemia.
- Trabajo nocturno.
- Mala higiene del sueño.
- Jet lag.
Señales de alerta para evitar una conducción de riesgo
Si consumes algún medicamento que podría generar algún tipo de sedación y tu médico tratante te ha autorizado a conducir, debes estar muy atento a los diversos síntomas que puedas presentar, por sutiles que parezcan, porque tu capacidad de respuesta puede estar significativamente disminuida, sostiene el doctor Ibarra.
“Por esto, no debemos esperar síntomas para considerar necesariamente que hay una alteración en la capacidad de respuesta al volante”, dice. Entre los signos de alerta se encuentran:
- Habla distorsionada.
- Poca concentración.
- Confusión.
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
- Sequedad en la boca.
- Problemas motrices y de memoria.
- Disminución de la presión arterial.
- Respiración lenta.
En este contexto, explica que para poder prevenir los accidentes de tránsito, lo relevante es que tanto el peatón como el conductor cuenten con todas sus facultades mentales intactas.
“Es fundamental evitar conducir o trasladarse a pie bajo el efecto de medicamentos con efectos sedativos. También es importante recordar que conducir vehículos de transporte y la operación de maquinaria, entre otras acciones, bajo la influencia de sustancias estupefacientes igual que en el caso del alcohol es un delito”, cierra el experto.