Iniciar una conversación sobre sexualidad con niños y adolescentes parece no ser tarea fácil. Sin embargo, es sumamente relevante hacerlo desde su infancia temprana.
Iniciar una conversación sobre sexualidad con niños y adolescentes parece no ser tarea fácil. Y es que, entre los desafíos de los padres para hablar de sexo con sus hijos se encuentran: no haber recibido educación sexual, por lo tanto, no hay una guía de cómo hacerlo, que aún existe un paradigma tradicional de prohibiciones e incluso, puede haber pudor de enfrentar nuestra sexualidad con ellos.
Sin embargo, hacerlo a tiempo es sumamente relevante, explica la doctora Andrea Huneeus, ginecóloga del Centro de Adolescencia de Clínica Alemana.
Lo anterior, porque cuando los jóvenes no reciben una preparación adecuada para experimentar su sexualidad, quedan potencialmente expuestos a:
- Coerción.
- Abuso.
- Explotación.
- Embarazos no planificados.
- Infecciones de transmisión sexual (ITS).
En este contexto, cabe preguntarse, ¿la educación sexual es una decisión de los padres? Según la doctora Huneeus, se trata de un derecho de los niños, no de los padres. “Lógicamente podemos entregarles nuestros matices valóricos, pero nunca podemos negársela. El niño tiene derecho a tener esta información para tener una vida adulta y sexual protegida”, dice la especialista.
Eficacia de la educación sexual
Múltiples estudios han comparado a jóvenes que recibieron educación sexual con aquellos que no. De esta forma, se ha demostrado que quienes, sí la tuvieron, retrasan su inicio y tienen una sexualidad más responsable.
¿Cuándo iniciar la conversación?
“La educación sexual no es una, es una serie de conversaciones a lo largo del crecimiento de nuestros hijos e hijas”, explica la especialista. Y agrega que “no tiene que ser una charla, sino que tienen que ser muchas conversaciones con un libreto claro. Asimismo, tenemos que buscar oportunidades adecuadas y aprovechar situaciones cotidianas para tener la información clara que va desde la infancia temprana hasta los 18 años, que es cuando terminan su adolescencia”.
Así, tener estas conversaciones ayudará a que los jóvenes tomen con más naturalidad el tema y no sientan vergüenza de haber tenido “la charla”.
Por esto, la ginecóloga infanto-juvenil entrega las siguientes recomendaciones de temas más apropiados para cada edad:
0-5 años:
- Utilizar nombres apropiados para las partes el cuerpo: pene, vulva, vagina, ano, etc.
- Explicar que la exploración sexual es normal: en privado y sólo al cuerpo propio.
- Aclarar quienes están autorizados a manipular sus genitales.
- Hablar sobre los diferentes tipos de familia para que cuando entren al colegio no se sientan discriminados.
5-7 años:
- Hablar de pubertad: mostrar un cuerpo adulto y explicar los cambios a los que se enfrenta: vello, voz, mamas, genitales y describir que la pubertad termina con la menstruación y la primera eyaculación en los hombres, hitos que marcan fertilidad.
- Higiene: uso de desodorante, aseo genital y presentar los productos menstruales.
8-12 años:
- Tratar los temas de anatomía y fisiología sexual: qué es el coito, fecundación, embarazos y cómo nacen los hijos.
- Hablar sobre sexo en medios de comunicación y pornografía: explicar que esta última es una superproducción diseñada para entretener, no educar y que las cosas que suceden en el porno no ocurren en el sexo
real, por ejemplo:
- Aspecto genital.
- Falta de consentimiento.
- No existe la fase de excitación.
- Placer en prácticas que duelen.
- Cultura de la violación.
13-14 años:
- Riesgos de la sexualidad: explicar embarazos no planificados, infecciones de transmisión sexual (ITS), abuso sexual y consecuencias psicológicas de iniciar una vida sexual antes de lo que ellos quieran.
- Hablar de protección sexual con habilidades concretas, por ejemplo, cómo se pone un condón.
- Los mensajes tienen que ser explícitos y directos.
- Acceso a condones: disponer de un frasco en lugar resguardado que se rellena sin preguntas.
- Introducir a nuestros hijos a servicios de salud reproductivos cercanos, amigables y confidenciales, por ejemplo, el Centro de Adolescencia de Clínica Alemana.
15-18 años:
- Hablar profundamente de:
- Diversidad sexual y enseñar el respeto a personas cuya identidad se expanda de la definición clásica.
- Consentimiento sexual.
- Placer sexual.
Sexualidad
y preguntas difíciles
Es habitual que, a la hora de hablar de sexualidad con niños y adolescentes, aparezcan preguntas difíciles de responder. ¿Cómo lo hacemos? La experta entrega los siguientes tips:
Mostrar disponibilidad absoluta.
Dejar claro que no importa si se equivocan, siempre vamos a estar para ellos.
Transparencia y honestidad.
Si no sabemos, investigar. Podemos hacerlo juntos.
Explicitar que no existe nada tan grave que no puedan preguntarnos.
Finalmente, cabe mencionar que la doctora Huneeus se ha dedicado a realizar educación sexual a través de sus redes sociales, respondiendo preguntas de adolescentes y sus padres en los que ella misma ha denominado #martespreguntones.