Picaduras de abejas y avispas: ¿Cómo enfrentar un shock anafiláctico?

Las picaduras de abejas y avispas pueden llegar a causar un shock anafiláctico. Conoce su tratamiento.

Por Clínica Alemana ene. 22, 2021, 11:22

La aparición de abejas y avispas es un clásico durante el verano y a pesar de que parecen insectos inofensivos, cerca del 10% de la población tiene algún tipo de reacción adversa a su picadura. Existen reacciones locales y otras sistémicas, como la anafilaxia y estas serán tratadas según el tipo de reacción que presente cada paciente.

Además, es sumamente relevante considerar que, si hay sospecha de anafilaxia debes acudir rápidamente a un Servicio de Urgencia, puesto que esto puede poner en riesgo la vida, porque suele desencadenar asfixia o colapso cardiovascular.

Síntomas de un shock anafiláctico

Un shock o reacción anafiláctica produce síntomas que pueden aparecer, en términos generales, durante la primera hora.

Entre los síntomas que reconoce destacan:

  • Picazón
  • Ronchas rojas en la piel
  • Dolor abdominal y/o diarrea
  • Contracciones uterinas (que incluso pueden acelerar un parto)
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Rinitis
  • Voz ronca (disfonía)
  • Dificultad para tragar (disfagia)
  • Dificultad respiratoria baja (tos, pecho apretado, silbidos al respirar o falta de aire)

La solución más eficaz a un shock anafiláctico por picadura de abejas y avispas es la adrenalina. Este tratamiento existe en forma de lápiz, para ser autoadministrada por el paciente en caso de emergencias de este tipo.

Además, existe un tratamiento para evitar que vuelva la anafilaxia en una próxima picadura y es conocido como inmunoterapia.

 “Este tratamiento reduce de manera muy significativa la probabilidad de una reacción potencialmente mortal, y es la mejor alternativa en aquellos pacientes que ya han sufrido reacciones graves por la picadura de abejas y avispas”, señala la doctora Lorena Jiusán, inmunóloga de Clínica Alemana. 

Objetivos y avances en inmunoterapia

¿Cómo se realiza?

Consiste en un programa de inyecciones subcutáneas, con una primera fase –llamada de ascenso, con una duración variable de entre 3 a 14 semanas, según la pauta de ascenso empleada, puesto que esto es definido de acuerdo con el perfil de severidad de cada paciente– donde se administran pequeñas dosis de forma creciente hasta llegar a la etapa de mantención (con 100 microgramos, equivalentes a dos picaduras de abeja) que el paciente recibe mensualmente por un lapso de entre 3 y 5 años.

Nuevos adelantos

Desde el año 2020, Clínica Alemana cuenta con un examen de laboratorio llamado IgE molecular para el veneno de abeja y avispa. Este examen permite especificar y precisar el componente del veneno al que el paciente es alérgico. Esto ha tenido un fuerte impacto en la forma en que se realiza la inmunoterapia, puesto que entre sus ventajas destaca que permite a los especialistas definir las pautas de ascenso, necesidad de pre medicación, predecir qué pacientes podrían tener reacciones adversas severas durante el tratamiento, evaluar en quiénes podría fallar y decidir cuánto tiempo debe durar la terapia de cada paciente.

“A nosotros como equipo de alergias, la llegada del examen molecular y la implementación de la administración por bomba nos ha hecho optimizar de manera muy significativa este tratamiento”, cierra la experta.