El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común y puede llegar a tener graves consecuencias.
El virus del papiloma humano (VPH) es la infección de transmisión sexual más común y puede llegar a tener graves consecuencias. Existen más de 100 genotipos diferentes, de los cuales la mayoría son inofensivos y no producen enfermedades.
Sin embargo, alrededor de 30 de ellos se asocian a un mayor riesgo de tener cáncer en el: cuello uterino, vulva, vagina y ano; en las mujeres. Mientras que, en los hombres, pueden producir cáncer de orofaringe, ano y de pene.
Este virus se contagia al tener relaciones sexuales con alguien infectado, especialmente por el contacto directo. Los distintos genotipos se pueden ubicar en:
- Piel
- Boca
- Faringe
- Ano
- Genitales
Aproximadamente 40 genotipos se presentan en la zona genital de hombres y mujeres. Estos últimos pueden originar verrugas benignas en el pene, escroto (bolsa de los testículos), vagina y vulva, además de lesiones premalignas y malignas, como el cáncer de pene, vulva, vagina, ano y cervicouterino.
Al respecto, la doctora Andrea Schilling, ginecóloga de Clínica Alemana, explica que “como es una enfermedad de transmisión sexual, también puede provocar cáncer de amígdalas y base de la lengua, también llamado orofaríngeo, como consecuencia del sexo oral”.
El cuello uterino posee dos epitelios (superficie que lo recubre) que, por acción de las hormonas y otros, están constantemente renovándose y es ahí donde el VPH aprovecha la oportunidad para actuar y modificar las células de esa zona. Así, en algunos casos se ocasionan lesiones intraepiteliales o premalignas que, con la intervención de otros factores -como el tabaco o una baja del sistema inmunológico- pueden convertirse con el tiempo en células cancerosas.
El doctor Marcelo González, ginecólogo oncólogo de Clínica Alemana, explica que, generalmente el virus del papiloma humano convive con hombres y mujeres desde que se inician sexualmente, aunque en la mayoría de los casos no presenta problemas, siendo la infección asintomática.
Se sabe que el VHP puede estar varios años en forma latente, sin manifestarse. Es por eso que muchas mujeres contagiadas en la adolescencia pueden presentar anomalías en las células del cuello uterino después de una década y desarrollar un cáncer pasados los 35 años, rango etario donde mayormente se ubican las lesiones malignas.
¿Cómo prevenir el virus del papiloma humano?
Como el virus papiloma humano es muy contagioso lo mejor es prevenir. Para esto, hay tres alternativas:
1. Abstinencia sexual: incluyendo besos y caricias
2. Uso correcto de los preservativos masculinos o femeninos: sin embargo, estos solo reducen el riesgo, no lo eliminan.
3. Inmunización: es el método de prevención más efectivo. De acuerdo con la doctora Schilling, el ideal es recibir la vacuna antes del inicio de actividad sexual, porque es cuando se obtienen mejores niveles de anticuerpos. Sin embargo, toda mujer y hombre se ve beneficiados con ella, por lo que pueden vacunarse hasta los 45 años.
En el caso de las mujeres, cuando ya han iniciado su vida sexual y, por lo tanto, son potenciales portadoras del virus, aunque se vacunen, la detección precoz de posibles lesiones es clave. El examen de Papanicolaou puede detectar cambios en el cuello uterino que pudieran evolucionar a cáncer, y debe realizarse en todas las mujeres sexualmente activas mayores de 21 o 25 años en forma anual o trianual.
En muchos países del mundo este examen ya ha sido reemplazado por otro: la detección de DNA de VPH de alto riesgo. No obstante, este examen no debe realizarse antes de los 30 a 35 años.
“Una vez que las poblaciones ya tengan una alta cobertura de vacunación contra el virus, los protocolos de tamizaje en la era post inmunización irán cambiando”, cierra la doctora Schilling.