Cualquier comentario, burla o juicio sobre la apariencia física de un tercero, puede terminar afectando gravemente su seguridad y autoestima.
Cualquier comentario, burla o juicio sobre la apariencia física de un tercero, puede terminar afectando gravemente su seguridad y autoestima.
¡Qué flaca estás! ¡Te noto más gordita! ¿Todos en tu familia son tan altos? Más de alguna vez debes haber escuchado esta y otras frases en relación con tu cuerpo o el de otro, y aunque lo hemos normalizado, lo cierto es que un comentario de este tipo puede afectar fuertemente la seguridad y la autoestima de una persona.
Al respecto, la doctora María José Figueroa, nutrióloga y experta en Trastornos de Conductas Alimentarias (TCA) de Clínica Alemana , explica: “El body shaming, término referido a burlarse o juzgar la apariencia física del otro , afecta la percepción que yo tengo de mi propio cuerpo (quizás en características que nunca antes noté). Uno no nace odiando su cuerpo o queriendo cambiarlo. Los niños no son conscientes de si alguien es más alto o más delgado, eso es algo que aprenden de nosotros los adultos, que constantemente hablamos de estas diferencias y, la mayoría de las veces, de manera negativa”.
Lo fundamental, asegura la especialista, es construir desde la primera infancia una relación sana con nuestro cuerpo y mejorar la autoimagen hablando del cuerpo desde sus funciones y no desde su aspecto físico: “El cuerpo es nuestro instrumento, nos ayuda a caminar, a bailar, a saltar, a ir al trabajo, a abrazar a las personas que queremos. Si lo vemos de este modo, la autoestima no se basará en la apariencia –que cambia con el paso del tiempo– si no que en cosas tan profundas y valiosas como nuestra personalidad”, comenta la doctora María José Figueroa.
En términos concretos, el body shaming podría provocar:
- Insatisfacción corporal.
- Querer modificar el cuerpo.
- Baja autoestima.
- Síntomas ansiosos.
- Baja en el estado de ánimo.
- Trastornos de salud mental.
La exigencia del cuerpo perfecto
En el marco del Día Internacional de la Mujer, es importante recalcar que las mujeres están más exigidas de cumplir altos estándares de belleza y, por ende, son más propensas a sufrir Trastornos de Conductas Alimentarias (TCA): “No es solo lograr la figura ideal, sino también tener una piel perfecta, ojos claros, dientes lindos, no tener celulitis ni arrugas, etc.”, señala la especialista.
Teniendo en mente estos estereotipos y una serie de otros juicios corporales muy arraigados al interior de la sociedad moderna, es que la doctora María José Figueroa creó en Instagram la campaña @nosehabladelcuerpodeotros: “Una iniciativa independiente cuyo objetivo es la prevención y detección precoz de trastornos alimentarios a partir de no hablar del cuerpo de los otros, especialmente de forma negativa. Y es que los comentarios, que muchas veces parecen inocentes, generan la necesidad de querer cambiar, por ejemplo, haciendo una dieta, que es la forma más común de comenzar con un TCA”.
La nutrióloga enfatiza en que la insatisfacción corporal puede disminuir al normalizar la diversidad y al prevenir el bullying en los colegios. A esto suma la importancia de transmitir el mensaje correcto desde los primeros años de vida, incluyendo a todos los miembros de la familia y al entorno más directo, además de los medios de comunicación y, sobre todo, en redes sociales.
Finalmente, en este día la especialista de Clínica Alemana aconseja a las niñas y mujeres:
- Entender que el estándar de belleza actual es exigente y nos mantiene atrapadas en conductas que no son sanas para nuestra salud ni nuestra autoestima.
- Dejar de criticar el cuerpo del otro: cada cual sabe cómo es su cuerpo, qué características tiene y si lo acepta o no. “Los comentarios no traerán nada bueno, muy por contrario, pueden desencadenar problemas de salud y trastornos mentales muy graves”.