La cirugía transoral es una técnica cada vez más frecuente, que permite la resección de tumores de la boca y garganta con el apoyo de un robot.
La cirugía transoral es una técnica cada vez más frecuente, que permite la resección de tumores de la boca y garganta con el apoyo de un robot.
A nivel mundial, la cirugía robótica ha sido utilizada en varios tipos de cirugía de cabeza y cuello. Donde ha tenido mayor impacto y beneficio para el paciente es en los procedimientos que se realizan en la cavidad orofaringe, es decir, desde las amígdalas al esófago.
Clínica Alemana fue el primer centro chileno en utilizar esta técnica, cuando la cirugía para esta zona se realizaba solo abriendo los huesos de la mandíbula, un abordaje invasivo que somete al paciente a una recuperación larga y dolorosa.
“Hoy la cirugía robótica transoral se usa en todas las lesiones de orofaringe que requieran una exploración de alta definición óptica o una cirugía en un lugar donde el acceso es muy complejo para la mano de un cirujano. Y es que la alternativa es hacer cirugías con secuelas muy grandes porque hay que abrir la mandíbula, destruir la mandíbula o entrar por la faringe. La ventaja de esta cirugía, al entrar por un orificio natural como es la boca, es que permite acceder a esos lugares para realizar exploraciones, biopsias o cirugías propiamente tal de tumores benignos y malignos”, explica el doctor Arturo Madrid, cirujano de cabeza y cuello de Clínica Alemana.
Los beneficios de la cirugía robótica transoral
“La cirugía robótica transoral (TORS) ha demostrado una excelente respuesta oncológica y mejores resultados funcionales. Además, abundan reportes en la literatura en cuanto a disminución de complicaciones, así como costos directos y asociados durante la hospitalización de estos pacientes, en comparación con las técnicas quirúrgicas tradicionales”, comenta el doctor Arturo Madrid.
Uno de los principales beneficios de este procedimiento es que el paciente puede ser operado de manera mínimamente invasiva y sin consecuencias estéticas en su rostro.
Además, se ha demostrado:
- Un menor uso de traqueostomías y gastrostomías en el tratamiento de tumores de la base de la lengua.
- La disminución drástica del tiempo de hospitalización en unidades de Cuidado Intensivo e Intermedio.
- Un menor tiempo de hospitalización total.
- La disminución del uso de terapias adyuvantes (quimioterapia y radioterapia) a nivel mundial. Y existe una gran cantidad de evidencia científica en este sentido.
- La rehabilitación es menor y la persona se puede alimentar por la boca a las 24 horas siguientes a la intervención.
Experiencias con TORS
“Tuve cáncer en el paladar blando hace 20 años. Fui un gran fumador hasta que me operé por este problema. Hace un tiempo noté un ganglio inflamado en el cuello y consulté. Me hicieron una biopsia y el diagnóstico fue nuevamente cáncer, pero ahora en los ganglios y en la base de la lengua. Cuando me explicaron que había una alternativa robótica a la cirugía tradicional donde tenían que abrir mi mandíbula, fue un alivio. En Clínica Alemana están los mejores médicos y tecnología. Me dieron confianza”, cuenta Ignacio Niklitschek.
Los tumores de la cavidad orofaringe son poco frecuentes, pero habitualmente se detectan en etapas avanzadas y con metástasis, lo que hace que el tratamiento sea más agresivo y difícil. Tienden a presentarse en la lengua, paladar blando y amígdalas. Por lo general, se dan en hombres y mujeres entre 40 y 60 años que han sido fumadores o grandes consumidores de alcohol. En personas sin factores de riesgo, este cáncer aparece por la transmisión del virus papiloma humano.
Más allá de su origen, en la actualidad no hay limitaciones en cuanto a la persona ni a la edad que puede recibir este tipo de cirugías. “Hemos operado desde niños de 5 o 6 años hasta adultos mayores de casi 90 años, porque todo se hace desde este orificio natural que es la boca. La única limitación es la capacidad del robot para llegar a zonas de difícil acceso”, afirma el doctor Arturo Madrid, cirujano de cabeza y cuello de Clínica Alemana.