Volver a la rutina con los niños poco a poco y entender sus procesos de adaptación es fundamental para un buen inicio del año escolar.
Volver a la rutina con los niños poco a poco y entender sus procesos de adaptación es fundamental para un buen inicio del año escolar.
El regreso de los niños a clases es uno de los grandes desafíos de esta época. Una serie de preparativos que no solo incluye la compra de materiales y uniformes, sino también retomar los hábitos y horarios que tal vez quedaron olvidados durante el período de vacaciones.
Al respecto, la doctora Victoria Mery, neuróloga del Centro de Trastornos del Sueño de Clínica Alemana , explica: “Lo primero es tener paciencia. Los adultos queremos resultados rápidos, sin embargo, los niños necesitan su tiempo y tienen sus procesos de adaptación”. Se debe ir cambiando lentamente el quehacer diario –sobre todo levantarnos temprano–, con el fin de evitar que la vuelta al colegio impacte de manera negativa a la familia.
Si bien la sugerencia es tener los mismos horarios todo el año, la especialista explica que es normal que estos se alteren los meses de verano. La clave está en reanudar poco a poco la rutina post vacaciones : “El cerebro tiene un marcapasos que regula el ciclo de sueño y vigilia. Ese marcapasos es modificable y en los niños es aún más sensible”, comenta la doctora Victoria Mery.
Retomar la rutina para el colegio
Lo ideal es prepararse un par de semanas antes de volver “a la normalidad” y no imponer un horario estricto justo el día antes del regreso a clases: “El objetivo es ir reestableciendo nuestras costumbres con calma y que los niños vayan reacomodando su ciclo circadiano con tranquilidad”, comenta la especialista. Además, se debe poner énfasis en ordenar la jornada completa, es decir, mañana, tarde y noche . En este sentido, las recomendaciones para retomar la rutina son:
De mañana:
- Partir el día con tranquilidad.
- Levantarse a la hora y “no andar corriendo”.
- Abrir cortinas para tener mayor exposición a la luz natural.
- Tomar un buen desayuno.
- Salir con tiempo de la casa.
- Mantener una rutina familiar.
Durante la tarde y la noche:
- Hacer actividades que vayan calmando a los niños a medida que avanza el día.
- Reducir el consumo de azúcar por las tardes.
- Establecer un horario determinado para la cena.
- Preparar comidas livianas.
- Evitar pantallas y ejercicios físicos intensos antes de ir a dormir.
- Acomodar el dormitorio de los niños: luz y temperatura adecuada.
- Apagar luces poco a poco.
- Realizar una rutina en familia para terminar el día.
“Lo ideal es tener alguna actividad que ayude tanto a los niños como al resto de la familia a relajarse antes de acostarse, y que esto sea constante en el tiempo, de manera de que ellos vayan asociando este proceso: comemos juntos, hacemos tal actividad y nos vamos a dormir”, dice la doctora Victoria Mery.
Consumo de melatonina
En períodos como este, muchas personas utilizan la melatonina como un regulador rápido y efectivo del sueño, aunque no debiese ser así: “Que la vendan en la farmacia sin receta no significa que no sea un medicamento y, como tal, debe ser indicado por un especialista”, explica la neuróloga. A pesar de tratarse de un remedio bastante seguro, comenta, no es necesario sobremedicar a los niños, menos aún si la única finalidad es que vuelvan a la rutina más rápidamente.
En este contexto, la especialista asegura que basta con seguir las pautas ya mencionadas para notar los cambios e iniciar de la mejor manera el año académico.