El mindful eating o alimentación consciente es comer poniendo plena atención al alimento que estamos ingiriendo.
El mindful eating o alimentación consciente es comer poniendo plena atención al alimento que estamos ingiriendo.
El mindfulness o atención plena también puede aplicarse al momento de comer. Se trata del mindful eating o alimentación consciente, que invita a relacionarte con la comida sin culpa, sin ansiedad y sin estrés, escogiendo los alimentos de acuerdo a las necesidades de tu organismo.
“El mindful eating es comer con consciencia plena, es decir, poner el 100 % de la atención, de manera intencionada, no solo en el acto de comer, sino en todo el proceso que significa alimentarse: desde escoger los alimentos y cocinarlos hasta llevarlos a la boca y disfrutarlos”, explica Bárbara Schmitz, nutricionista de Clínica Alemana.
El principal objetivo del mindful eating es establecer una relación saludable y de pleno disfrute con la comida, lo que involucra cada parte de tu ser:
- Cuerpo.
- Mente.
- Sentidos.
- Emociones.
Mindful eating y tipos de hambre
En el mindful eating es importante reconocer las sensaciones corporales internas y externas al momento de alimentarte, ya que son varios los tipos de hambre existentes:
- Hambre visual: deseo de comer directamente relacionado con cómo se ven los alimentos.
- Hambre olfativa: deseo de comer directamente relacionado con el aroma de los alimentos o los lugares donde se encuentran.
- Hambre de la boca: deseo de comer directamente relacionado con la búsqueda de sensaciones placenteras.
- Hambre del estómago o hambre física: se rige por las señales fisiológicas del estómago, cuando el estómago “avisa” que necesita alimento.
- Hambre celular: se rige por las necesidades energéticas del organismo, variando de acuerdo al ciclo de vida en el que cada persona se encuentre.
- Hambre emocional o hambre del corazón: se da cuando el impulso o la necesidad de regular emociones es controlado a través de la comida.
- Hambre mental: es lo que dice la mente sobre lo que se debe o no comer, qué alimentos son o no saludables, permitidos o prohibidos.
“En conjunto, estos tipos de hambre determinarán la elección de los alimentos. Si estoy bien conectado con mi organismo le daré a mi cuerpo lo que necesita, siempre teniendo como base dos señales muy importantes: hambre y saciedad”, explica la nutricionista de Clínica Alemana.
¿Cómo aplicar el mindful eating en el día a día?
Bárbara Schmitz considera que el ser humano trae incorporado el mindful eating desde que nace. Y aunque es una capacidad que se pierde con el paso del tiempo, puede volver a integrarse poco a poco a la rutina diaria. Apóyate con un especialista en nutrición consciente y sigue estos pasos:
- Observa: mira detenidamente lo que vas a comer.
- Saborea: toma bocados de forma consciente.
- Foco en el presente: desconéctate al menos 20 minutos para dedicarte solamente a comer.
- No hagas juicios: aliméntate desde el autocuidado.
- Toma consciencia del proceso de vida en el que te encuentras.
Beneficios del mindful eating o alimentación consciente
Tener claridad de los beneficios que trae la alimentación consciente te ayudará a crear mejores hábitos:
- Es sostenible en el tiempo.
- Mejora tu elección de los alimentos.
- Disminuye el estrés, la ansiedad y la culpa en relación a la comida.
- Aumenta la sintonía con las sensaciones de hambre o saciedad.
- Disminuye la sintomatología gastrointestinal.
- Permite una sana o adecuada relación con la comida.
- Mejora tu autoestima.
- Elimina las dietas restrictivas.
- Te permite disfrutar el proceso alimenticio.