Atención y beneficios similares a una consulta presencial, pero sin salir al frío. Con telemedicina, ayudamos a evaluar a tu hija o hijo y a identificar si es necesario ir a Urgencia.
Artículo escrito en colaboración con Cristina Pierry Vargas.
“Todo se puede resolver por teleconsulta, ya sea un problema puntual del paciente, un consejo a los papás para mejorar la situación con su hija o hijo, y también para derivar a la Urgencia a tiempo, cuando sea el caso. Muchas veces los papás no saben qué hacer si el niño está tosiendo o con fiebre; siempre está la disyuntiva de si llevarlo a la Urgencia o resolver el tema de otra manera”, explica la doctora Cristina Pierry, broncopulmonar infantil de Clínica Alemana.
Por eso, los grandes beneficios de la teleconsulta pediátrica son que:
- Los niños no se tienen que exponer a salir con bajas temperaturas.
- Pueden evitar los tiempos de espera en Urgencia, donde si no era necesario acudir se puede poner en riesgo de contraer otra patología.
- Pacientes de regiones, tienen acceso al especialista sin tener que viajar.
En Clínica Alemana estamos para ayudarte con la atención que tu hija o hijo necesita este invierno. Pide tu hora al pediatra.
Examen visual para entregar un diagnóstico
La idea de la teleconsulta pediátrica se basa en la historia clínica (anamnesis), es decir, preguntar por los antecedentes, vacunas, alimentación, alergias, uso de medicamentos, exámenes previos. Asimismo, “es fundamental conversar bien con los padres acerca de la historia actual para analizar el cuadro clínico: saber cómo está el paciente, cómo se siente, cuántos días lleva enfermo, si alguien más está contagiado en la familia, etc.”, explica la especialista.
“Con respecto al examen físico, solo se puede realizar visualmente, lo que podría ser una limitación, sin embargo, de todas maneras se puede hacer un diagnóstico y orientar a los padres. Además se pueden realizar algunas pruebas que ayudan al diagnóstico y los padres también pueden apoyar durante el examen físico”, destaca la doctora Cristina Pierry y da algunos ejemplos:
- Estado general: “Uno se puede dar cuenta la mayoría de las veces de la gravedad o no del paciente, cuando el niño no se ve bien y está muy decaído, versus cuando está contento, saltando y jugando”.
- Tos: “Uno no puede escuchar el pulmón, pero sí puede escuchar qué tipo de tos tiene el niño, ya sea en reposo o cuando se agita”.
- Agitación: es importante pedirle al niño que salte o corra para ver su reacción ante estos estímulos y al agitarse.
- Garganta: No siempre se logra ver, es más fácil si el niño es más grande, pero la mamá o papá pueden apoyar con bajalenguas (o una cucharita) y una buena iluminación.
- Los padres pueden aportar algunos datos previos como: temperatura, peso, talla.
En base a eso, en la teleconsulta se pueden diagnosticar diferentes patologías (siempre dentro de las posibilidades de la telemedicina), decidir si es necesario recetar algún medicamento o si es mejor indicarle a los padres que deben llevar a su hijo a Urgencia, explica la especialista.
Siempre en contacto con los papás
“La experiencia con los padres ha sido fantástica, agradecen la posibilidad de conversar, que uno como especialista esté mirando al niño y que además le diga qué hacer”, puntualiza la doctora broncopulmonar infantil de Clínica Alemana, quien al terminar la teleconsulta entrega:
- Un diagnóstico lo más certero posible.
- Receta para comprar los medicamentos, cuando sea el caso.
- Órdenes de exámenes, de ser necesario.
- Instructivos de orientación.
- Indicaciones sobre qué hacer si el paciente sigue con síntomas o si estos empeoran.
- Mail o teléfono para poder estar en contacto y hacer seguimiento de la patología y de los síntomas.
“Lo más importante para mí es estar en contacto con los papás, que ellos tengan cómo hablar con el especialista para después orientar, ver si tienen dudas o evaluar cómo evoluciona, qué hacer si el niño sigue con los síntomas o empeora, en qué casos hay que ir a Urgencia o en qué casos hay que llevarlo a control presencial para realizar un exámen físico completo, incluídos los pulmones”, enfatiza.
¿Cuándo es necesario ir directo a Urgencia?
La doctora Cristina Pierry dice que hay algunas situaciones en que la niña o niño debería ser llevado inmediatamente a Urgencia:
- Si está respirando mal, sobre 40 o 60 respiraciones por minuto o se le hunden las costillas.
- Si está azul o con coloración morada en los labios.
- Si está convulsionando.
- Si ha tenido un golpe o caída importante.
- Si está inconsciente.
En Clínica Alemana estamos para ayudarte todos los días, a toda hora, con opciones de teleconsulta de día, teleconsulta nocturna, hora presencial o nuestro servicio de Urgencias. Pedir hora al pediatra.