Descubre las enfermedades y condiciones que pueden influir en la capacidad reproductiva de las mujeres.
¿Sabías que la tasa de fecundidad durante un ciclo es cercana al 20%, alcanzando a los 12 meses un 85%? Estos índices varían principalmente de acuerdo a la edad de la mujer. A esto, se suma el hecho de que alrededor del 25% de las gestaciones se pierde naturalmente después de la concepción.
En este artículo, te explicamos en detalle los factores que impactan en la fertilidad.
Edad
La fertilidad disminuye con la edad. A partir de los 35 años se reducen las probabilidades de embarazo. Desde los 40 años este fenómeno es más pronunciado. Esta caída de la fertilidad se debe a una disminución en la cantidad y calidad de los óvulos, ya que hay mayor proporción de trastornos cromosómicos en ellos.
Peso
Tanto un exceso como un déficit de grasa corporal de un 10 a 15% de lo normal pueden alterar los niveles plasmáticos de estrógenos, interfiriendo con el ciclo menstrual, lo que traduce la no ovulación.
Están en riesgo especialmente las mujeres afectadas por trastornos alimenticios, deficiencias alimentarias severas, y deportistas de alto rendimiento, como maratonistas y bailarinas.
Tabaco
Un estudio inglés demostró que las parejas fumadoras tienen menor probabilidad de embarazo después de 5 años de intento respecto de las no fumadoras. La evidencia científica revela que el tabaco altera la ovulación y la fecundación, la función tubaria, los niveles hormonales y la implantación. Asimismo, se asocia a mayor riesgo de embarazo ectópico (anidación de un embrión en la trompa de Falopio).
Endometriosis
Responsable de entre el 5 y 15% de los casos de infertilidad femenina, la endometriosis es una patología que se produce cuando el endometrio, tejido que reviste internamente el útero y que se expulsa durante la menstruación, crece fuera de él.
Esta implantación anómala afecta por lo general a los ovarios y las trompas de Falopio, aunque a veces puede aparecer en otros lugares, como la vejiga, el recto y el tabique recto-vaginal. El tejido endometrial va produciendo pequeños quistes, que siguen respondiendo al estímulo hormonal tal como si estuvieran en el útero, lo que explica las fuertes molestias que pueden producirse durante el periodo menstrual.
La infertilidad asociada a la endometriosis se produce cuando la enfermedad distorsiona la anatomía normal principalmente las trompas y cuando los quistes ováricos (endometriomas) presentan efectos dañinos sobre el ovario.
Obstrucción de las trompas de Falopio
Es una de las causas más frecuentes de infertilidad en la mujer, la que habitualmente es ocasionada por una enfermedad inflamatoria pelviana.
La mayor parte de las mujeres que tienen obstruidas sus trompas, a consecuencia de esta inflamación, no saben que padecen la enfermedad, ya que muchas veces estas infecciones generan pocos o nada de síntomas.
La obstrucción impide que el óvulo sea fecundado o que una vez fecundado, se implante anormalmente en la trompa, situación conocida como embarazo ectópico.
Desórdenes hormonales
Alrededor de un 33% de los casos de infertilidad se debe a trastornos en la ovulación. Una de las causas de esto son las alteraciones en el eje hipotálamo hipofisiario -parte del cerebro encargada de regular este proceso, a través de las hormonas luteinizante (LH) y folículo estimulante (FSH)-. Lo cual puede deberse a un daño directo al hipotálamo o la glándula pituitaria, condiciones médicas que desregulen su funcionamiento (problemas al riñón o tumores pituitarios), un exceso de ejercicio, un cuadro de anorexia nerviosa, entre otras.
Síndrome de ovario poliquístico
Alteración endocrina que se produce en las mujeres en edad reproductiva y que constituye una causa frecuente de infertilidad.
Su manifestación involucra una serie de aspectos, como ciclos anovulatorios, hiperandrogenismo -con aumento de la vellosidad y acné-, resistencia a la insulina y sobrepeso.
Debido a que los niveles de testosterona (hormona masculina) se encuentran elevados, el ovario no logra hacer madurar los folículos, los que terminan enquistándose y produciendo un engrosamiento de la pared ovárica. Al no haber ovulación, no se produce progesterona y los niveles de estrógenos permanecen constantes.
Menopausia precoz
Ocurre cuando una mujer experimenta el cese de su función ovárica y menstruaciones antes de los 40 años. Entre las causas que la originan pueden mencionarse la disminución en los niveles de determinados factores de crecimiento en los ovarios, tratamientos de radioterapia o quimioterapia, cirugía ovárica, enfermedades autoinmunes (como el lupus, diabetes insulinodependiente, hipotiroidismo y problemas adrenales), el tabaquismo y los motivos desconocidos.
Hiperprolactinemia
La prolactina es la hormona encargada de estimular la producción de leche materna. Si en mujeres que no están embarazadas o amamantando se encuentran elevados sus niveles, pueden producirse alteraciones en la ovulación.
Miomas uterinos
Tumores benignos que se ubican en las paredes del útero, y que pueden bloquear las trompas de Falopio, alterar la forma de la cavidad uterina, interferir en la llegada de los espermios al útero o afectar la implantación embrionaria.
Adhesiones pélvicas
Las infecciones y la realización de cirugías pélvicas pueden ocasionar la aparición de tejido cicatrizal. Es posible que éste altere la relación entre el ovario y las trompas de Falopio, impidiendo la captura del óvulo por parte de la trompa.
Enfermedades infecciosas
Existen múltiples infecciones que pueden afectar el tracto genital femenino y consecuentemente, la fertilidad. Entre los gérmenes más conocidos destacan la Chlamydia Trachomatis, el gonococo, y otros gérmenes específicos.
En la mujer, la infección comienza en el cuello del útero (cervicitis mucopurulenta) y posteriormente asciende, afectando el útero y las trompas de Falopio. Es fundamental el diagnóstico y tratamiento precoz de la enfermedad para prevenir las secuelas de infertilidad, dolor pelviano crónico y embarazo ectópico.
Problemas inmunológicos
El semen puede tener sustancias que resulten extrañas para la mujer, lo que lleva a que se produzcan anticuerpos que destruyen a los espermatozoides. Algunas enfermedades sistémicas, como la diabetes, disfunción renal y tiroidea, anorexia nerviosa, alteraciones hepáticas, hemocromatosis y trombosis vascular, también pueden afectar la fertilidad de la mujer.
Radio y quimioterapia
Dependiendo de la dosis y edad en que se hayan practicado, pueden interferir en la fertilidad por disminución de la reserva de óvulos.