Te explicamos qué hacer frente a este tipo de emergencias.
Las estufas son una fuente de calor en muchos hogares, especialmente durante los meses fríos. Sin embargo, también representan un riesgo significativo de quemaduras, particularmente para los niños.
Las quemaduras más frecuentes relacionadas con estufas ocurren al tocar superficies de vidrio calientes o zonas incandescentes. Por lo tanto, los artefactos que calientan áreas externas son especialmente peligrosas, ya que cualquier contacto accidental puede causar quemaduras graves. Debes considerar que pueden retener calor durante mucho tiempo, incluso después de estar apagadas.
¿Qué precauciones debemos tener?
Para minimizar el riesgo de quemaduras en los más pequeños, te recomendamos seguir estos consejos:
Colocar una barrera entre los niños y el calefactor, ya sea un mueble u otro objeto. Su ubicación debe estar a una distancia adecuada, para que no se caliente y ocurra un accidente.
Ubicar estratégicamente la estufa si es móvil, puede ser en un rincón de la habitación, nunca en pasillos o lugares de circulación.
Organizar un área de juego segura, lejos del calefactor.
Supervisar constantemente a tus hijos, para que no jueguen o toquen la estufa, incluso cuando se haya enfriado.
Evitar colocar elementos encima del calefactor, ni tampoco usarlo para secar ropa u otros utensilios.
Revisar si la estufa tiene certificación, ya que es muy importante que cumpla con las medidas de seguridad establecidas.
Verificar que los enchufes y conexiones estén en buen estado si es eléctrica.
Además de las precauciones que te compartimos anteriormente, es crucial enseñar a los niños sobre los peligros de las estufas, adaptando la información a su edad. Sin embargo, es importante considerar que la vigilancia constante es primordial para evitar accidentes.
¿Qué hacer en caso de una quemadura con estufa?
Lo primero, es aplicar agua fría en la zona afectada, idealmente directo de la llave. No utilices hielo o remedios caseros, ya que pueden agravar la herida. A continuación, la herida se debe cubrir con una gasa o sábana limpia.
Es fundamental que luego de una quemadura, acudas de forma inmediata a urgencia, especialmente si observas la aparición de ampollas. No las revientes, ya que lo debe realizar un especialista para evitar infecciones u otras complicaciones.
Las estufas pueden ser una fuente de peligro en el hogar, especialmente para los niños. Sin embargo, con las precauciones adecuadas es posible reducir significativamente el riesgo de quemaduras.