Transforma cada comida en una ocasión especial en familia.
La fase de introducción de alimentos es crucial para el desarrollo del paladar y la creación de hábitos alimenticios variados.
Al presentar nuevos alimentos a tu bebé, especialmente verduras y frutas, es importante ofrecerlos en diferentes contextos para ayudarle a familiarizarse con ellos. En este artículo te explicamos cómo puedes hacerlo para lograr una introducción exitosa.
No Forzar
Evita obligar a tu bebé a comer o a terminar todo. Los niños tienen su propio sistema de autorregulación de saciedad, por lo que, este es un proceso lento que requiere paciencia.
Historias y libros
Muéstrale frutas y verduras a través de un libro o cuento. En cada página, aprenderán sobre diferentes alimentos mientras se sumergen en historias divertidas y educativas.
Cocinar juntos
Involucra al niño en la preparación de las comidas. Juntos podrán elegir ingredientes, medir, mezclar y, sobre todo, disfrutar del proceso. Es una excelente manera de enseñarles sobre alimentación saludable y crear momentos especiales mientras cocinan juntos.
Exploración
Permite que tu hijo o hija toque y juegue con la comida para fomentar su curiosidad y conocer diferentes texturas y sabores. Deja que se diviertan descubriendo cómo se sienten los ingredientes y cómo cambian al cocinar. Esta exploración les ayudará a desarrollar una relación positiva con la comida y a aprender sobre ella de manera divertida y práctica.
Huerto en casa
Si es posible, crea un minihuerto para que vea cómo crecen las frutas y verduras. Pueden participar en la siembra, el cuidado y la cosecha, lo que les permitirá aprender sobre el ciclo de crecimiento de los alimentos. Además, ver cómo se desarrollan sus propias plantas puede hacer que se sientan más conectados con lo que comen y más entusiasmados por probar nuevos alimentos.
Comprar juntos
Llévalo a comprar alimentos y hazlo partícipe del proceso. Permítele elegir sus productos favoritos y explorar nuevas opciones. Esta experiencia no solo hará que se sienta involucrado y valorado, sino que también fortalecerá el vínculo entre ustedes mientras disfrutan de una actividad cotidiana de manera divertida y educativa.
Comer en familia
Siéntate con ellos para comer juntos. Aprovecha este tiempo para disfrutar de una conversación relajada y significativa, donde todos puedan compartir sus historias del día y fortalecer los lazos familiares. Comer juntos no solo fomenta una alimentación más saludable y permite que aprendan a través del modelaje de los adultos, sino que también crea un espacio para conectar y disfrutar de la compañía mutua.
Comparaciones divertidas
Compara las frutas y verduras con elementos conocidos. Por ejemplo, di que la naranja es redonda como una pelota o que el brócoli se parece a un árbol en miniatura. Estos juegos no solo hacen que los alimentos sean más atractivos y memorables, sino que también pueden despertar la curiosidad y el interés de los más pequeños.
Variedad en el plato
Ofrécele 3 tipos de alimentos en cada comida: uno conocido, uno que a veces le gusta y uno nuevo, deja que elija cómo organizarlos en su plato. Esta estrategia no solo le da un sentido de control sobre su comida, sino que también lo anima a probar nuevas opciones y descubrir qué sabores le gustan más, todo mientras mantiene una variedad equilibrada en su dieta.
Reacciones negativas
Si prueba un alimento nuevo y se lo saca de la boca, ofrécele un plato para que lo deje y evita reprenderlo. Mantén una actitud comprensiva y positiva, animándolo a probar de nuevo en otro momento. Esta estrategia ayuda a evitar una experiencia negativa y fomenta una actitud abierta y curiosa hacia nuevos alimentos sin presiones.
Evitar pantallas y camuflajes
Las pantallas y encubrir las verduras no ayudan a que tome conciencia de lo que come. Es importante incentivar una relación saludable con la comida, donde pueda reconocer y apreciar cada alimento por sí mismo. En lugar de ocultar las verduras, involúcralo en la preparación de las comidas y explícale los beneficios de cada ingrediente. Esto le permitirá tomar decisiones informadas sobre su alimentación y desarrollar un mayor conocimiento sobre lo que come.
Frutas en su forma natural
Las frutas enteras no solo aportan más fibra, sino que también contienen una variedad de nutrientes y vitaminas que pueden perderse en el proceso de elaboración de compotas y jugos. Además, comer frutas enteras ayuda a desarrollar hábitos alimenticios saludables y proporciona una experiencia masticatoria que es importante para la digestión.
Separar alimentos
Al presentar los alimentos individualmente, le das la oportunidad de explorar y apreciar cada sabor y textura por sí mismo. Esto también puede ayudar a reducir la ansiedad sobre lo que está en su plato y facilitar una mejor aceptación de nuevos alimentos.
Aviso previo
Si está feliz jugando, avísale previamente que viene la hora de comer. Esto le permite ajustar su transición de manera más tranquila y evita que se sienta interrumpido de manera abrupta. Puedes hacerlo unos minutos antes, explicándole que en breve será el momento de comer y sugiriendo que termine su juego en ese tiempo. Esto ayuda a gestionar expectativas y a crear un ambiente más relajado durante las comidas.
El implementar estos sencillos consejos en tu rutina diaria, puede transformar la experiencia de comer en un momento de disfrute y aprendizaje. Desde involucrar a los más pequeños en el proceso de compra hasta ofrecerles alimentos en su forma natural, cada paso cuenta para desarrollar hábitos alimenticios saludables y positivos.