Conoce sus propiedades y cómo conseguirla de forma natural.
La vitamina D, conocida como la "vitamina del sol", es fundamental para la salud ósea a lo largo de todas las etapas de la vida.
Su función principal es facilitar la absorción de calcio y fósforo en el intestino, contribuyendo al desarrollo y fortalecimiento de los huesos durante la infancia, ayudando a minimizar la pérdida ósea relacionada con el envejecimiento.
¿Qué es la vitamina D?
Es una vitamina liposoluble que se presenta en 2 formas principales:
D2 (ergocalciferol): se encuentra en algunos alimentos de origen vegetal y en suplementos.
D3 (colecalciferol): es sintetizada en la piel mediante la exposición a la luz solar y también está presente en alimentos de origen animal.
Ambas, requieren activación en el hígado y los riñones para convertirse en su forma activa (1,25-dihidroxivitamina D), y desempeñar sus funciones en el cuerpo.
¿Cuáles son sus beneficios?
Salud ósea y muscular:
- Favorece la mineralización ósea y previene enfermedades como osteoporosis, osteomalacia y raquitismo.
- Mejora la fuerza muscular, ayudando a prevenir caídas, especialmente en personas mayores.
Sistema inmunológico y prevención de enfermedades crónicas:
Algunos estudios indican que la vitamina D podría desempeñar un papel relevante en la regulación del sistema inmunológico y estar asociada con una posible disminución del riesgo de ciertos tipos de cáncer y de enfermedades como la depresión, diabetes tipo 2 y cardiovasculares.
Sin embargo, es importante que consideres que estos efectos aún no han sido completamente comprobados, y se necesita más investigación para confirmar su impacto.
Deficiencia y exceso de vitamina D
El bajo nivel de vitamina D puede causar problemas como debilidad ósea, aumento del riesgo de fracturas en adultos (osteoporosis) y deformidades óseas en niños (raquitismo). Generalmente, se produce por poca exposición al sol, dietas bajas en esta vitamina y problemas de absorción intestinal como enfermedad celíaca o enfermedad de Crohn.
Por otro lado, un exceso, aunque es poco común, puede ser peligroso y provocar niveles altos de calcio en la sangre (hipercalcemia), lo que genera síntomas como náuseas, vómitos, debilidad muscular y daño renal.
¿Cómo conseguir vitamina D?
La cantidad de vitamina D que necesitamos diariamente depende de nuestra edad y condiciones de salud, por lo que siempre es importante que seas evaluado por un especialista para que ajuste tus necesidades de manera personalizada.
Algunas formas de obtenerla son:
Exposición solar
La principal fuente de esta vitamina proviene de la luz solar. Nuestro cuerpo la produce cuando la piel se expone directamente a los rayos ultravioleta (UV). Sin embargo, factores como la edad, el uso de bloqueador solar, el color de la piel y el lugar donde vivimos (latitud geográfica) pueden influir en la cantidad que logramos sintetizar.
Alimentación
Aunque son pocos los alimentos que contienen vitamina D de manera natural, algunas opciones son:
Alimentos naturales: pescados grasos como salmón, caballa y atún, además de la yema de huevo y el aceite de hígado de bacalao.
Alimentos fortificados: en Chile, muchos productos como la leche, el yogur, los quesos y los cereales están enriquecidos con vitamina D para garantizar su aporte en la dieta diaria.
Suplementos
En casos donde la dieta y la exposición solar no son suficientes, o si existe un riesgo de deficiencia, los suplementos de vitamina D (en sus formas D2 o D3) pueden ser una buena alternativa. Te recomendamos que antes de consumirlos acudas a un especialista, ya que una dosis incorrecta podría ser perjudicial para tu salud.
Examen para medir la vitamina D
Para evaluar los niveles de esta vitamina en el organismo, es necesario realizar un examen de sangre. Esta medición se llama 25-hidroxivitamina D (25OHD), y es el análisis más confiable para determinar si los niveles son adecuados, insuficientes o excesivos.
La Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes (SOCHED) recomienda realizar este examen en pacientes que pertenezcan a ciertos grupos de riesgo, algunos de ellos son:
Pacientes con enfermedades óseas metabólicas diagnosticadas, como:
- Osteoporosis o fracturas óseas por fragilidad.
- Osteomalacia, reblandecimiento de los huesos.
- Raquitismo en niños.
- Alteraciones en los niveles de calcio o paratohormona (hipercalcemia, hipocalcemia, hiperparatiroidismo).
Pacientes con factores de riesgo para deficiencia o trastornos de vitamina D, como:
- Exposición solar limitada, debido a estar en alguna institución, tener movilidad reducida o uso crónico de bloqueadores solares.
- Obesidad mórbida.
- Problemas de absorción intestinal, como enfermedades digestivas o personas que han tenido cirugía bariátrica.
- Insuficiencia hepática o renal crónica.
- Uso de ciertos medicamentos, como anticonvulsivantes, corticoides, antirretrovirales, antimicóticos.
- Algunas patologías específicas, como granulomatosas (sarcoidosis) o linfomas.
Si quieres saber sobre tus niveles de vitamina D, puedes reservar una hora con un especialista por telemedicina, quien conversará contigo para realizar una evaluación y te orientará si es necesario efectuar análisis, ajustar tu dieta o considerar la suplementación.
Y si tu médico te pide un examen de sangre para conocer los niveles de esta vitamina, te recomendamos hacerlo con nuestro servicio de toma de muestras a domicilio, así podrás realizarlo sin salir de tu casa de forma fácil y cómoda.