“Aproximadamente, el 30% de la población en el mundo es alérgica a distintas cosas (alérgenos). Es importante identificarlas, estudiarlas y tratarlas, ya que muchas de ellas son invalidantes o, incluso, presentan riesgo vital”, explica la Dra. Ana María Gallardo, jefa del Laboratorio de Alergias de Clínica Alemana.
La probabilidad de tener una enfermedad alérgica está estrechamente relacionada con la herencia, por ejemplo, en el caso de alergias respiratorias, si ambos padres son alérgicos, el riesgo para cada hijo es de entre 50 y 80%.
La misión del Laboratorio de Alergias es ofrecer un abanico de tratamientos y procedimientos diagnósticos que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas a través del manejo o cura de alergias respiratorias, alimentarias, medicamentosas y a venenos de himenópteros (abejas y avispas).
La inmunoterapia es considerado el único tratamiento que combina mejoría de los síntomas con una alteración en la historia natural de la alergia, pudiendo incluso curarla.
“Cuando tenía cinco meses de edad, él presentó su primer cuadro de bronquitis alérgica, a partir de ahí, tuvo una cada tres meses, independiente de si era verano o invierno. La mayoría de las oportunidades quedaba hospitalizado, se le cerraban los bronquios y no podía respirar. Este problema lo limitaba mucho, no le permitía correr ni reírse fuerte, ya que le daba tos. En la casa fueron desapareciendo las alfombras y los muñecos de peluche”. Así cuenta Mónica Rodríguez lo que le tocó vivir a su hijo Luis durante sus primeros seis años de vida, producto de una alergia grave a los ácaros del polvo y epitelio de gato.
Felizmente, su problema tuvo cura gracias a la inmunoterapia, tratamiento en base a vacunas inyectables subcutáneas repetidas y en dosis graduales del elemento al cual se es alérgico. Es considerado el único tratamiento que combina mejoría de los síntomas con una alteración en la historia natural de la alergia, pudiendo incluso curarla. Su duración es de 4 a 5 años. Se utiliza para tratar rinoconjuntivitis alérgica, para prevenir el paso de rinitis a asma bronquial, para el tratamiento de asma leve y moderada y para la alergia al veneno de abejas y avispas. Para someterse a inmunoterapia, el asma debe estar bien compensada con tratamiento de los síntomas.
“Luis comenzó a recibir la inmunoterapia en enero de 2014 y, desde mayo de ese año, nunca más tuvo bronquitis. Es increíble. Ahora mi hijo puede hacer deporte tranquilo, jugar y reírse sin necesidad de usar un inhalador. Las vacunas partieron en España, lugar donde vivimos hasta el año pasado y, ahora, continúan en el Laboratorio de Alergias de Clínica Alemana”, cuenta Mónica.
Respecto a alimentos, en niños es frecuente la alergia a la proteína de la leche de vaca, maní, huevos, frutos secos, soya y pescado. En adultos, es más común ser alérgico a crustáceos, frutos secos y alimentos vegetales. En cuanto a los fármacos, los antibióticos de la familia de la penicilina y sus derivados, junto con los antiinflamatorios, son los que más se asocian a reacciones alérgicas.