Las deformidades más comunes en los dedos de
los pies (ortejos) son:
Para los cuatro tipos de deformidades mencionadas, la primera medida recomendada es usar zapatos amplios, para evitar mayores roces y complicaciones. Sin embargo, si la alteración es importante, existe la opción de someterse a una
operación localizada.
“El tratamiento inicial
es utilizar zapatos amplios y agregar protectores de dedos como tubos de silicona, ya que con ello se disminuye el roce. Si el problema no responde a esas medidas, existen alternativas quirúrgicas que pueden realizarse con anestesia local y
que corrigen la deformidad con hasta un 95% de éxito”, afirma el traumatólogo.
Las tendencia en calzado han variado a los largo de los años y, lamentablemente, muchas veces los pies terminan siendo las principales víctimas de la moda, dado que existen ciertos modelos que influyen directamente en el desarrollo de deformidades
como juanete y dedos en martillo, en garray en mazo.
Con el objetivo de aumentar algunos centímetros de altura o para verse más estilizadas, muchas mujeres optan por utilizar diariamente zapatos altos, los que desplazan el
peso del cuerpo a la parte anterior del pie y lo obliga a permanecer en flexionadogran parte del día.
Si bien estas alteraciones se deben principalmente a factores genéticos hereditarios, el uso prolongado de calzado con taco alto y con punta estrecha gatillan su aparición.
El doctor Cristián Ortiz, jefe del Equipo de Tobillo y Pie de Clínica Alemana, explica que si bien estas alteraciones se deben principalmente a factores genéticos hereditarios, el uso prolongado de calzado con taco alto y con punta estrecha gatillan su aparición.
'Aunque estas enfermedades son más frecuentes en mujeres, también se presentan en hombres, sobre todo en aquellos que sobrecargan sus pies, como corredores, bailarines, entre otros', señala el especialista.
Las deformidades más comunes en los dedos de
los pies (ortejos) son:
Para los cuatro tipos de deformidades mencionadas, la primera medida recomendada es usar zapatos amplios, para evitar mayores roces y complicaciones. Sin embargo, si la alteración es importante, existe la opción de someterse a una
operación localizada.
“El tratamiento inicial
es utilizar zapatos amplios y agregar protectores de dedos como tubos de silicona, ya que con ello se disminuye el roce. Si el problema no responde a esas medidas, existen alternativas quirúrgicas que pueden realizarse con anestesia local y
que corrigen la deformidad con hasta un 95% de éxito”, afirma el traumatólogo.