Durante el mes de febrero se celebra San Valentín, una de las fechas del año en donde el amor y los sentimientos se encuentran a flor de piel en personas de todas las edades.
Ya sea porque enviudaron, se separaron o porque hasta ahora no encontraron a la persona adecuada, para los adultos mayores, enamorarse es un redescubrimiento. Da inicio a una etapa en la que los lazos afectivos se convierten en un importante estímulo para mantenerse activos, aunque también es la búsqueda de compañía para mitigar la soledad, que se canaliza a través de este “bastón” espiritual, físico y emocional.
Al hablar de amor en la vejez surgen una serie de mitos y prejuicios que sólo revelan el desconocimiento del tema a nivel social. El doctor Guillermo Gabler, psiquiatra de nuestra clínica explica que “existe la idea de que con la tercera edad se acaba la vida, que junto con jubilarse del trabajo uno se jubila de la vida”.
Pero no es así. La diferencia de las relaciones que se dan en la tercera edad es que la unión en esta etapa no se centra en la sexualidad, sino que los vínculos se establecen en un sentido práctico de emociones, sentimientos y de compenetración que permite caminar juntos por la vida.
Las parejas jóvenes buscan afianzarse, construir una familia y tienen muchos proyectos en común. Sin embargo, los adultos mayores buscan encontrar un compañero de vida, los hijos son grandes y ya se han ido, así que tienen tiempo para ellos mismos.
Existen varios panoramas que los adultos mayores pueden realizar el día de los enamorados. Lo más importante es que sean entretenidas, agradables y amenas.
Algunos son: