Mejorías en el tratamiento de la fisura labio palatina

03/02/2003
2 min lectura
Mejorías en el tratamiento de la fisura labio palatina

A nivel mundial estas técnicas comenzaron en 1989 sólo de forma postoperatorio, hasta que en 1991 empezó el desarrollo preoperatorio.

Este tratamiento tiene como objetivo preparar la primera cirugía que se realiza a los tres meses para que ésta tenga mejores resultados. En el caso del gancho, técnica muy simple que consiste en un clip rearmado como un garfio, las correcciones son llamativas: 'Un panel independiente evaluó los mejores logros de 60 casos sin saber que la mitad usó gancho y la otra mitad no, y la conclusión fue que este método entrega un modelaje nasal superior. Además se puede prescindir de la cirugía de revisión o rinoplastía', explica el doctor Monasterio.

Para la fisura palatina completa también existen otras alternativas, como el moldeado naseoalveolar que describe el ortodoncista puertorriqueño Pedro Santiago, quien asistió a un curso organizado por Clínica Alemana y la Fundación Gantz: 'Corrige el problema del labio, encía y nariz. Y consigue un resultado funcional y un complejo nasomaxilar más simétrico, que puede disminuir el tamaño de la cicatriz de la operación, evitar realizar una cirugía de revisión a los 4-5 años y reducir la necesidad de injertos óseos en un 60% de los casos. El tratamiento ortopédico consiste en una placa oral de acrílico con una extensión nasal que tiene en la punta acrílico blando. La placa usa adhesivo para que se pegue al paladar y al resto de la cara. El tratamiento comienza a la semana del nacimiento, cuando se trata de una fisura unilateral dura tres a cuatro meses y para una bilateral se extiende por seis a nueve meses, plazo después del cual se opera al niño por primera vez'.

De acuerdo al doctor Monasterio, otra novedad es que en la primera cirugía también se trata la encía y eso permite que no sea necesario realizar una nueva intervención a los 9 a 10 años para injertar hueso.

La segunda cirugía es para tratar el paladar y se efectúa entre los seis meses y un año y medio. 'En la fisura completa, antes se hacía el velo y después el paladar, y ahora se corrige todo en la misma operación', cuenta el doctor Monasterio.

De esta forma, estas nuevas técnicas pueden reducir el número de cirugías de cinco a dos o tres, dependiendo del caso.

'>

Se estima que aproximadamente uno de cada 600 niños nacidos en Chile padece de algún tipo de fisura facial. Es decir, cada año nacen alrededor de 450 pequeños que comienzan un largo camino de consultas, cirugías y terapias de diversos tipos destinadas a evitar las complicaciones que esta anomalía significa (dificultad para alimentarse y hablar, infecciones frecuentes en el oído) y a lograr un aspecto lo más normal posible. Gracias a la aplicación de nuevas técnicas, estas personas pueden tener un tratamiento menos complejo, con mejores resultados y más económico.

Las fisuras pueden ser de labio, paladar y de labio-paladar. La de labio puede ser unilateral o bilateral y el paladar puede estar hendido completamente, es decir, desde el velo parte blanda que empieza en la campanilla- hasta el paladar duro, o sólo el velo.

La mayoría de los casos (66%) es labio-palatina, un 10% de labio y un 23% de paladar. Según explica el especialista en el tema doctor Luis Monasterio, cirujano plástico de Clínica Alemana y la Fundación Gantz, el tratamiento de estos niños debe ser multidisciplinario, es decir, involucrar el trabajo de psicólogos, enfermeras, dentistas, ortodoncistas, cirujanos y pediatras, y debe comenzar a partir del nacimiento.

El tratamiento convencional de un menor con fisura labio-palatina puede incluir cinco o más cirugías: una primera de labio y nariz, luego una del velo del paladar, otra de paladar duro, una cuarta de nariz (rinoplastía), una revisión de labio y paladar, y finalmente un injerto óseo. Este proceso puede durar en forma intensiva hasta los 10 años y sólo con controles hasta los 18.

De acuerdo con el doctor Monasterio las nuevas técnicas han permitido disminuir el número de operaciones y mejorar los resultados estéticos y funcionales.

'Actualmente desde el nacimiento se hace un modelaje con ortopedia preoperatoria para el paladar y la nariz. En el caso de la fisura palatina esto incluye el uso de placas para colocar las estructuras en la posición correcta. Estos niños tienden a tener la nariz más achatada y para modelarla se utiliza un gancho o un poste' explica el especialista.

A nivel mundial estas técnicas comenzaron en 1989 sólo de forma postoperatorio, hasta que en 1991 empezó el desarrollo preoperatorio.

Este tratamiento tiene como objetivo preparar la primera cirugía que se realiza a los tres meses para que ésta tenga mejores resultados. En el caso del gancho, técnica muy simple que consiste en un clip rearmado como un garfio, las correcciones son llamativas: 'Un panel independiente evaluó los mejores logros de 60 casos sin saber que la mitad usó gancho y la otra mitad no, y la conclusión fue que este método entrega un modelaje nasal superior. Además se puede prescindir de la cirugía de revisión o rinoplastía', explica el doctor Monasterio.

Para la fisura palatina completa también existen otras alternativas, como el moldeado naseoalveolar que describe el ortodoncista puertorriqueño Pedro Santiago, quien asistió a un curso organizado por Clínica Alemana y la Fundación Gantz: 'Corrige el problema del labio, encía y nariz. Y consigue un resultado funcional y un complejo nasomaxilar más simétrico, que puede disminuir el tamaño de la cicatriz de la operación, evitar realizar una cirugía de revisión a los 4-5 años y reducir la necesidad de injertos óseos en un 60% de los casos. El tratamiento ortopédico consiste en una placa oral de acrílico con una extensión nasal que tiene en la punta acrílico blando. La placa usa adhesivo para que se pegue al paladar y al resto de la cara. El tratamiento comienza a la semana del nacimiento, cuando se trata de una fisura unilateral dura tres a cuatro meses y para una bilateral se extiende por seis a nueve meses, plazo después del cual se opera al niño por primera vez'.

De acuerdo al doctor Monasterio, otra novedad es que en la primera cirugía también se trata la encía y eso permite que no sea necesario realizar una nueva intervención a los 9 a 10 años para injertar hueso.

La segunda cirugía es para tratar el paladar y se efectúa entre los seis meses y un año y medio. 'En la fisura completa, antes se hacía el velo y después el paladar, y ahora se corrige todo en la misma operación', cuenta el doctor Monasterio.

De esta forma, estas nuevas técnicas pueden reducir el número de cirugías de cinco a dos o tres, dependiendo del caso.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
Tag relacionados